Cómo salvó su pierna un niño con cáncer

A los 10 años de edad, Dugan Smith, recibió la noticia de que su pierna iba a ser amputada. El primer temor que cruzó por la mente del estudiante era que él no podría hacer deporte otra vez.

Dugan, un loco por el besibol, luchó contra un tumor canceroso en la pierna durante 10 semanas con quimioterapia, pero los médicos no tuvieron más remedio que amputarle la extremidad.

Ahora, tres años después, el joven está de vuelta en el campo de juego gracias a un único procedimiento quirúrgico que le retorció la mitad inferior de la pierna en 180 grados, mirando de atrás hacia adelante.

Con la ayuda de una prótesis, está lanzando, corre y hasta tiene la esperanza de jugar al fútbol americano el próximo año.

"Es bastante increíble. El deporte es la vida de Dugan, por lo que la idea de renunciar a ella por completo no era una opción", dice su madre, Amy Miller.

Su papá Dustin Smith añade: "Había alternativas que podían tener mejor aspecto, pero le habrían restringido su movilidad. Así que a pesar de que fue una decisión difícil, al ver su cara iluminarse cuando entra al campo de juego hace que todo valga la pena".

La pesadilla comenzó en junio de 2008, después de que se lesionó la rodilla derecha durante su práctica de béisbol. El dolor todavía estaba allí, al día siguiente, y Dustin lo llevó al hospital en su ciudad natal de Fostoria, Ohio, EE.UU..

El médico inicialmente pensó que se había roto la pierna, pero las pruebas mostraron que había algo mucho más preocupante. Fue remitido al Hospital especialista en Cáncer Arthur James en la capital del estado, de Columbus.

Cuatro días después de que Dugan fue ingresado, el jefe de oncología musculoesquelética, el Dr. Joel Mayerson. Él les dijo que estaba 99% seguro de que se trataba de osteosarcoma, una forma rara de cáncer que crece en el interior del hueso. Representa apenas el 2,5% de los cánceres infantiles diagnosticados cada año, se rompe el hueso como el cristal.

Amy y Dustin, que están divorciados y comparten la custodia de su hijo, se prepararon para lo peor cuando las pruebas demostraron que el Dr. Mayerson estaba acertado.

En el interior del hueso, por encima de la rodilla, Dugan tenía un tumor del tamaño de un pomelo que fue carcomiendo sus músculos.

Los médicos inmediatamente colocaron un yeso en la pierna del joven e iniciaron la quimioterapia con la esperanza de conseguir la reducción o matar el cáncer.

"La quimioterapia es horrible para cualquiera. Ver a Dugan básicamente envenenar a su cuerpo fue increíblemente difícil. Afortunadamente siempre tenía el cabello corto durante el verano, por lo que su caída de cabello no lo afectó tanto. Pero su dolor era horrible", relató Dustin.

Por su parte su madre Amy contó: "Era horrible pensar que estaba solo en el hospital. Tratamos de estar con él tanto como era posible. Sin embargo, a altas horas de la noche, Dugan me llamaba por teléfono. Hemos tenido algunas conversaciones bastante serias para cualquier persona de verdad, pero sobre todo para alguien tan joven. Hablamos de Dios y el cielo. Traté de explicar que si no estaba con nosotros nunca más, iba a un lugar mucho mejor. Yo estaba tratando de ser fuerte para él, pero mi corazón estaba roto".

Aunque el tumor se redujo, después de 10 semanas de quimioterapia se hizo evidente que los médicos tendrían que quitar la mitad superior de su pierna. Era la única manera de asegurarse de que su cuerpo estaba completamente sano, pero eso significaba que Dugan tendría que perder la mayor parte de la pierna infectada.

Explicaron que después de cortar la parte cancerosa, que en caso de que Dugan fue casi todo de su muslo, debían girar la mitad inferior de la pierna 180 grados. El tobillo, en última instancia, actuaría como la articulación de la rodilla.

Dr. Mayerson explicó: "La mayoría de los padres te miran y creen que eres de otro planeta. Realmente piensan que estás loco. Sin embargo, el procedimiento nos permite cortar todo el cáncer y dejar el nervio que controla el pie intacto, dándole la vuelta hacia atrás. El talón de Dugan, entonces actuaría como pivote para una prótesis, lo cual le da mucha más funcionalidad a la pierna. También disminuye la posibilidad de que el tumor vuelva a ocurrir".

Los médicos habían pronosticado que la operación implicaría ocho horas, pero cuando el doble de esa cantidad de tiempo había pasado sin noticias, comenzaron a preocuparse.

Finalmente, la intervención duró 21 horas. Había habido algunas complicaciones al unir los nervios, pero estaban seguros de que había sido un éxito y, lo más importante, que había conseguido extirpar todo el cáncer.

Los médicos lo controalron durante un mes mientras se adaptaba a su nueva situación y se aseguraron de que estuviera libre de cáncer antes de que fuera dado de alta y enviado a casa.

Le tomó unos meses de sesiones de fisioterapia intensa para que los nervios reconstruidos se afianzaran dentro de la pierna. Unos seis meses después, Dugan finalmente funcionó con su prótesis. Con la ayuda de la fisioterapia, poco a poco, aprendió a caminar de nuevo.

Existe la posibilidad de un 10-15% de que la osteosacoma vuelva en el futuro. Y hay un 50% de probabilidad de recurrencia del cáncer en sus pulmones.