¿Cómo pudieron haber borrado los rastros de pólvora de las manos de Alberto Nisman?
En diálogo con Chiche Gelblung, Miguel Martín sostuvo que, por las características del revólver, es improbable que no quede pólvora.
Miguel Martín, licenciado en criminalística, habló con Chiche Gelblung en Sobrevivientes sobre la pericia realizada a la pistola Bersa calibre 22 en el marco de la causa que investiga la muerte del fiscal Alberto Nisman.
"La prueba con el arma tendría que haber sido la primera. La conclusión indica que quedan restos de pólvora, pero hay que explicar cómo se produce", comentó.
"Los restos de pólvora se proyectan por velocidad y calor. La bala agarra velocidad y la pólvora penetra en la piel, que luego se cierra. Es decir, no quedan adheridos a la piel. La única forma de limpiarlo es lavarle las manos con agua caliente", explicó.
"Por las características del arma, que no es de élite, es aún más probable que quede pólvora. Cuando uno agita, se escucha un ruido como si no tuvieran precisión las piezas y estuvieran sueltas. Eso hace que quede pólvora", remarcó.
"La prueba con el arma tendría que haber sido la primera. La conclusión indica que quedan restos de pólvora, pero hay que explicar cómo se produce", comentó.
"Los restos de pólvora se proyectan por velocidad y calor. La bala agarra velocidad y la pólvora penetra en la piel, que luego se cierra. Es decir, no quedan adheridos a la piel. La única forma de limpiarlo es lavarle las manos con agua caliente", explicó.
"Por las características del arma, que no es de élite, es aún más probable que quede pólvora. Cuando uno agita, se escucha un ruido como si no tuvieran precisión las piezas y estuvieran sueltas. Eso hace que quede pólvora", remarcó.