¿Cómo operaba el prófugo más buscado?: Pérez Corradi compraba efedrina por mail y traficaba con "complicidad" del RENAR
Se descubrió la estrategia que usaba el hombre que está acusado de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez.
Ibar Pérez Corradi es uno de los líderes narcos de Argentina más buscado en el país. Está acusado de ser el autor intelectual del triple crimen de General Rodríguez, cuyos asesinos materiales son los recapturados hermanos Lanatta y Víctor Schillaci. Mientras Pérez Corradi sigue en las sombras, nuevos datos sobre su negocio de la efedrina salen a la luz: compraba la droga por mail a China y la hacía entrar por la aduana con "ayuda" del RENAR, Registro Nacional de Armas, y sus vículos con Martín Lantta.
Luego de la triple fuga de Martín y Cristian Lanatta y Víctor Schillaci, el nombre de Pérez Corradi volvió a resurgir. Fue un hombre clave en el triple asesinato de Sebastián Forza, Damián Ferrón y Leopoldo Bina, pero su paradero es desconocido.
En una de las tantas investigaciones por narcotráfico, se analizan los correos electrónicos que Corradi envió a una empresa productora de efedrina de China. En los mails, que son parte de la investigación de la fiscalía en lo penal económico número 7, aparecen las conversaciones sobre cómo hacía el jefe narco para entrar la droga al país.
"Hola, tengo una compañía farmacéutica de ventas en Argentina, Sudamérica. Estoy interesado en comprar Ephedrine HCI (por Efedrina) y Pseudoefedrina HCI 1000kg de cada una. ¿Puede decirme precio y método de entrega?", escribió un empleado de Pérez Corradi.
En estos mails, que fueron dados a conocer por el diario Clarín, Pérez Corradi le pide a la empresa china que disfrace la droga para que entre como pólvora al país: "Puede enviarme la efedrina hcl y el que tiene pólvora (sic)? Porque la pólvora necesita controles especiales aquí y los puedo limpiar fácilmente".
Según fuentes judiciales consultadas por dicho diario, Pérez Corradi tenía contactos en el RENAR, donde trabajaba de forma informal su ex socio, el hoy preso Martín Lanatta. Así evitaba controles aduaneros y el circuito narco de la efedrina funcionaba sin barreras.