¿Cómo nos informamos y en quiénes creemos?

Desde Proyección Consultores publicamos esta semana el informe del Observatorio de Credibilidad de Periodistas Políticos más un bonus track sobre credibilidad de canales de noticias. 

El observatorio comenzó en 2017 y tiene una periodicidad anual. Se produce a partir de una encuesta en el Área Metropolitana de Buenos Aires, sobre una muestra de 690 casos ajustados por sexo, edad y región, según parámetros censales.

En principio, en el estudio consultamos cuál es la plataforma más utilizada para informarse sobre cuestiones políticas. Al igual que en los años anteriores, la TV continúa siendo el medio más usado.

Luego, observamos que los diarios digitales y la radio -en sus distintos formatos- se ubican sobre Twitter. Esto desmitifica el rol que muchas veces se le asigna a esta red. Consideramos que es una plataforma sobrevalorada, ya que es un submundo en el que conviven grupos muy politizados, principalmente jóvenes, que en menor medida la usan para informarse, y en cambio, acceden con la intención de interactuar, discutir y entretenerse. 

En este sentido, vale remarcar que el universo de interacciones que sucede en Twitter no puede ser tomado sino como una muestra sesgada y parcial de la realidad, que no debería ser utilizada como termómetro del humor social o de la opinión pública.

Su impacto mayor tiene que ver con la influencia que ejerce sobre los políticos, analistas y periodistas que contribuyen a diseminar la información y convertirla en noticia. 

Decimos esto sin desconocer que es una plataforma a través de la cual, desde figuras del espectáculo hasta presidentes, comunican directamente sus mensajes sin intermediación de los medios tradicionales.

La segunda parte del estudio, tenía como objetivo registrar los niveles de credibilidad de un conjunto de 25 periodistas preseleccionados, construir un ranking y establecer una comparación interanual.

Muchas veces escuchamos que los medios y los periodistas ya no son creíbles, lo que no es completamente cierto. Lo que muestran los datos es que todos lo son, pero para su público. La gente confía mucho en algunos periodistas y desconfía mucho de otros. 

Los niveles de desconfianza, pueden tener que ver -entre otras cuestiones- con la sobreabundancia del formato de periodismo de opinión y la pérdida de espacio para la investigación y el análisis de datos.   

Por último, vemos que el periodismo político no escapa a la polarización. Se verifica lo que se conoce como sesgo de confirmación, es decir, que las personas están sesgadas hacia la confirmación de sus creencias preexistentes. Así es que confían en el que piensa parecido y desconfían completamente del otro. Quien confirma sus opiniones previas dice la verdad y quien no, miente. Son pocos los casos de periodistas que pueden pasar un pie al otro lado de la grieta.

Para finalizar y no colmar la nota de extensos listados ni cifras porcentuales, los invitamos a nuestro Twitter a conocer los datos, interactuar, discutir y entretenerse. @ProyeccionCc