Cómo murió Néstor Kirchner: una investigación pone la lupa sobre aquel día fatídico
Fue una jornada muy intensa entre los periodistas. Los rumores sobre lsu muerte comenzaron a circular con mucha fuerza.
El secretario general de Redacción de La Nación, Héctor D'Amico, se sorprendió mucho al recibir el llamado en su casa de la corresponsal de Santa Cruz, Mariela Arias. Era feriado, temprano, y ella nunca lo llamaba a su celular.
-Disculpe si lo desperté. Quería decirle que ya envié a la web del diario un anticipo muy importante, pero que el equipo de la plataforma online no lo quiere subir.
-¿Y qué decía esa noticia?
-Que Néstor Kirchner estaría gravísimo, en el hospital de El Calafate.
-¿Qué?
-Sí, que Néstor Kirchner estaría gravísimo. Yo estoy en Río Gallegos y él, en El Calafate. Pero lo tengo confirmado de muy buena fuente.
-¿Es segura esa fuente?
-La fuente es inmejorable. También le mandé un mensaje de texto a [Luis] Buonomo para que, por favor, confirme la noticia.
-Buenos, vamos a subir eso que enviaste.
La corresponsal de La Nación en los dominios de los Kirchner se refería al equipo técnico del sitio online del diario, cuyos integrantes eran los primeros en llegar. En un feriado, un poco más tarde de lo habitual. Pero no podían subir noticias.
D'Amico recuerda ahora que al rato, minutos después de que la noticia apareciera en la web del diario, Arias volvió a llamarlo y le confirmó que el ex presidente había muerto.
-Tengo la respuesta de Buonomo. Textual: "Frío".
Quien había logrado comunicarse con el amigo y médico de Néstor Kirchner era otra periodista de La Nación, Mariana Verón, que seguía los temas políticos vinculados con el gobierno y que horas después viajaría a El Calafate, enviada por el diario.
"La palabra 'frío' en la pantalla del celular la recuerdo porque me lo contó Mariela Arias. Mariana Verón fue quien contactó primero a Buonomo y ella luego compartió la respuesta con Mariela y la Redacción", dice D'Amico.
Y agrega: "Ahí supimos que Néstor Kirchner había muerto, pero quisimos chequear bien la noticia; no podíamos equivocarnos en algo así: La Nación no podía matar al ex presidente. Dimos la confirmación creo que seis u ocho minutos después del medio que dio la primicia".
D'Amico, que escribe maravillosamente y sobre una vastedad de temas relacionada con el amplio abanico de sus lecturas e intereses, es también una persona prudente. La Nación -como otros medios periodísticos- estaba en la mira del kirchnerismo y no podía cometer un error en un tema tan sensible.
Fue una jornada muy intensa entre los periodistas de los medios porteños. Los rumores sobre la muerte de Kirchner comenzaron a circular con mucha fuerza a media mañana. Pero resultaba difícil confirmarlos porque los colaboradores más cercanos de los Kirchner habían apagado sus celulares.
"Si no tenemos la confirmación de una fuente oficial, no podemos darlo", ordenó Daniel Hadad cuando desde C5N lo consultaron sobre esas versiones. Todavía no había sido presionado por el gobierno para que vendiera sus medios a un empresario amigo de los Kirchner, Cristóbal López. Por lo tanto, además de ese canal de cable, que peleaba palmo a palmo con TN el primer lugar, lideraba la audiencia en AM con Radio 10 y en FM con sus cuatro radios.
Hadad tampoco encontraba a nadie hasta que recordó que había sido despertado bien temprano por un llamado a su celular.
-Perdón, perdón, equivocado -escuchó que le dijeron antes de cortar.
Y vio en su pantalla que se había tratado de José María Olazagasti, el secretario privado del ministro de Planificación Federal, Julio De Vido.
"No alcancé a decirle nada -cuenta el periodista y empresario- porque colgó muy rápido. Yo había hablado con él la noche anterior y se ve que él se confundió y que en el apuro apretó el último número que había marcado. Pero no le di importancia a ese llamado hasta que, como no encontraba a nadie para confirmar esos fuertes rumores, probé con él; lo llamé y me atendió.
-José María, me enteré, lo siento muchísimo.
-Todavía no lo puedo creer -me dijo, llorando.
Con una mano, seguí sosteniendo el celular, y, con la otra, llamé a C5N.
-¿Cómo fue?
-No sé mucho, parece que fue el corazón... Julio ya está viajando para allá.
Cuando me atendieron en el canal, me despedí de Olazagasti.
-Pongan la placa de alerta y den la noticia: Murió Néstor Kirchner. Está confirmado -le dije al productor".
La periodista Débora Plager estaba al aire y dio la noticia: "Murió Néstor Kirchner. La información primero en C5N". El reloj marcaba las diez y trece.
El momento de la despedida
A las ocho y media, cuando estaba oscureciendo, el doctor Buonomo llamó al funebrero.
-Cerrá el cajón.
-¿Van a Buenos Aires?
-Sí.
Hasta ese momento se especulaba con que el ex presidente fuera velado en una ceremonia abierta al público en Río Gallegos -en la Casa de Gobierno que ocupó durante tres períodos consecutivos- o en Buenos Aires, donde aparecían dos lugares alternativos: el Congreso o la Casa Rosada.
El cierre del cajón es el momento crítico de un velatorio; el desgarrador instante de la despedida. Yosver se paró en una de las puntas del cajón, con el soldador en la mano derecha y una cajita con herramientas en la izquierda.
Primero, habló Cristina, los ojos llorosos clavados en el rostro de su compañero durante más de treinta y cinco años, la voz quebrada por el dolor.
-Pensar que trabajamos tanto. Nos vinimos al sur tan jóvenes y ahora te vas y me dejás sola. Pero, quédate tranquilo: yo te voy a hacer quedar bien... ¡Te amo! ¡Te voy a extrañar siempre!
Luego, fue el turno de su hijo, Máximo.
-Chau papá. Te juro que a todos los que te hicieron esto... ¡los voy a hacer mierda!
Cuando Cristina se retiraba, un comedido la tomó del brazo para ayudarla a bajar el escalón del desnivel de ese sector del living.
-Llévenla, llévenla hasta el ....
-Yo no soy ninguna vieja chota para que me anden llevando. Me voy porque no soporto el ruido de ese soldador -lo interrumpió la Presidenta, rápidamente recompuesta de la despedida, en el velatorio íntimo donde Cristina mostró a la plana mayor del oficialismo que ya se había convertido en la nueva jefa de todos ellos.
(Fuente Infobae)