Como hablamos pensamos: quitarán palabras sexistas del diccionario

Desde la escuela primaria nos enseñaron a buscar las palabras en el diccionario como una forma de salir de la ignorancia. Sin embargo, la Real Academia Española (RAE) deja mucho que desear en materia de igualdad. La institución que decide qué términos existen y cuál es su significado, luego de años de reclamos contra la discriminación, cambiará algunas definiciones que hoy tienen vigencia.

Aunque suena "cavernícola", los ilustrados en la lengua española sostienen las siguientes acepciones:

• Femenino: Débil, endeble.

• Masculino: Varonil, enérgico.

• Gozar: Conocer carnalmente a una mujer.

• Huérfano: Dicho de una persona de menor edad a quien se le han muerto el padre y la madre o uno de los dos, especialmente el padre.

El catedrático de Lengua española Pedro Álvarez de Miranda, quien trabajó para la institución, defendió la perspectiva sexista que ha tenido hasta ahora y se reformará en la próxima edición del diccionario: "No se puede pretender cambiar la realidad a través del Diccionario. Si la sociedad es machista, el Diccionario la reflejará. Cuando cambia la sociedad, cambia el Diccionario", declaró el filólogo, según publicó el diario español El País.

¿El diccionario sólo refleja?

Pensar que una entidad como la Real Academia Española es un simple espejo y no tiene incidencia alguna sobre la realidad es no tener dimensión del peso que tiene la institución como organismo cultural. Cualquier estudiante de Comunicación sabe que los productos culturales construyen, tienen incidencia en la sociedad porque son parte de ella y no algo que está por fuera.

Desde hace años filólogos luchan para que se incorporen oficios y cargos políticos en femenino, se agreguen términos y se modifiquen acepciones para que el diccionario esté a la par de los progresos sociales, pero han encontrado reticencia.

¿Si se quitan los sesgos sexistas en las palabras la sociedad dejará de ser machista?

Claramente no, esta modificación no es suficiente, pero sí necesaria. Para que algo exista lo tenemos que poder pensar y para eso lo tenemos que poder nombrar. Para percibir algo lo tenemos que identificar, como cuando hacemos foco con la vista y recortamos la figura del fondo.

Por ejemplo: si decimos "homicidio", pensamos en un asesinato en general. Pero si decimos "femicidio" o "feminicidio" pensamos en el asesinato de una mujer por cuestiones de género (perpetrado en la mayoría de los casos por una pareja o expareja que tiene sentido de propiedad sobre la víctima) y ahí se ponen en evidencia relaciones de poder que permanecían invisibles.