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Cómo está la salud del hijo polista de la Trilliza de Oro María Emilia, a 28 días del tremendo accidente

Clemente Zavaleta, de 36 años, sufrió una grave caída de su caballo mientras disputaba la World Polo League.


Pasaron 28 días ya de aquel viernes de la noticia impactante, la tensión del momento y la angustia posterior. Clemente Zavaleta (h.), hijo de Clemente y de María Emilia Fernández Rousse, una de las Trillizas de Oro, estaba disputando uno de los torneos de la temporada de polo de Estados Unidos como integrante del equipo Alegria cuando, en una acción aparentemente sin riesgo, terminó en el piso luego de una caída del caballo. Corchito Zavaleta, de 36 años, impactó contra el piso y el animal, con sus 500 kilos, le pasó por arriba.

Fue atendido en las canchas de Palm Beach, en Florida, donde permaneció inconsciente durante 15 minutos, y llevado en helicóptero a un hospital cercano. En coma farmacológico inducido, fue operado de varios coágulos en la cabeza para descomprimir la zona. Aunque no fue la única parte afectada por el golpe: también sufrió la fractura de varias costillas y uno de los pulmones fue perforado producto del impacto.

Desde entonces, la salud de Zavaleta fue pasando por distintas etapas, dentro de un cuadro de gravedad. Algunos días mejor, otros no tanto. En esta clase de accidentes, la prioridad en los primeros días posteriores es estabilizar al paciente y controlar la presión intercraneal. Ya eso solo es un motivo de optimismo. Pero el proceso de recuperación suele ser extenso. La cuestión, en el caso del hijo de la Trilliza, es que las fracturas de costillas dañaron un pulmón y ahí estaba el otro foco de preocupación. “La pelea día a día”, nos decía un colega de Corchito. Al que se mantiene dormido.

Cadenas de oración, como en su momento se realizaron en ocasión de las caídas de Pedrito Heguy (ya recuperado), Diego Araya y Tomás Dartiguelongue (en recuperación), los casos más recientes de accidentados durante un partido de polo, y buenas ondas acompañan cada día. Pero todo lleva su tiempo. En estos días, uno de los problemas adicionales que afronta Zavaleta (h.) es un virus intrahospitalario, algo que puede darse en casos de internaciones de larga duración.

El polista presenta por momentos una baja saturación de oxígeno, lo cual dificulta la recuperación y la posibilidad de que los médicos avancen en otros frentes abiertos. Por ejemplo, no lo pueden volver a operar hasta que no supere la presencia de la bacteria y solucionar el tema de las costillas. Las lesiones de pulmón y la baja saturación son temas de cuidado especial y preocupación. Hace unos días le había sido practicada una traqueotomía para paliar el déficit respiratorio.

La definición de “la pelea día a día” es tal cual, sin exageraciones. Algunas estimaciones de allegados hablan de un proceso de “varios meses de internación en el mejor de los casos”.

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