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¿Cómo borrar un tatuaje?

Están de moda y constituyen un signo cultural de nuestro tiempo. Pero qué pasa cuando queremos eliminarlo. Te contamos cómo intentarlo.

"I’ve got you under my skin", ("te tengo bajo mi piel") tarareaba con su increíble voz e inefable estilo, Frank Sinatra, en uno de los fragmentos de esa imborrable canción. Una expresión que bien puede aplicarse a los tatuajes... debajo de la piel..., tan "por debajo" que a la hora de querer borrarlos o tratar de hacerlos pasar por ‘invisibles’, se transforman en un verdadero problema.

Si bien los mendocinos somos tradicionalistas, ya desde el 2009 la mayoría de los tatuadores consultados consideraban que había comenzado a gestarse una transformación y que el público incluso empezó a llevar su propio dibujo para la estampa.

¿Pero qué pasa cuando eso que te hiciste "para toda la vida" te resulta insoportable de ver, te trae problemas laborales, personales o de pareja?

"Hasta que la muerte nos separe"

Casi, casi, una especie de premonición para todos aquellos que ya no quieren más esa sirena enroscada en el ancla que brilla en su brazo, o la calavera patentada a pura tinta en la espalda. Entonces el tema de cómo borrarse ‘eso’ se transforma en una verdadera cruzada.

Algunos sectores sociales ven a los tatuajes como algo artístico, una forma simpática de decorar el cuerpo, y hasta un signo de pertenencia a determinado grupo social. Pero también pueden traer problemas (sobre todo si están en lugar muy visible) para conseguir algunos trabajos o ser asociados -prejuiciosamente- a las enfermedades, las drogas, o la delincuencia.

Por ley, negar un puesto de trabajo a una persona porque tiene un tatuaje es un acto de discriminación. Sin embargo es la principal razón por la que la mayoría desea borrárselo.

Según Enrique Sananes, médico y cirujano plástico, "la persona tiene que entender, antes que nada, que un tatuaje es algo definitivo; por más técnicas que se apliquen luego para disimularlos o tratar de borrarlos. Son muchos los que vienen a la consulta porque desean eliminar lo mejor que se pueda el tatuaje, ya que el mismo les ha traído problemas para ser aceptados laboralmente".

Es claro que el tatoo tiene una connotación simbólica para muchos, pero a veces puede convertirse en un estigma social.

"A la clínica viene mucha gente a sacarse el nombre de la ex pareja antes de casarse, o porque la familia no lo acepta. También están los que quieren remover algo que se hicieron en forma casera y que, por lo tanto, quedó mal; o algún dibujo hecho en la Penitenciaría que les resulta un impedimento para conseguir un trabajo. Por ello considero que la persona debe ser consciente de todo esto, para tomar tal decisión", ejemplifica el cirujano plástico.

Los métodos

La tinta utilizada en los tatuajes se aloja en los tejidos más profundos. Por eso borrarlo no es un proceso fácil: requiere de un tratamiento largo, mucho dinero y no se puede garantizar su eliminación completa. Además pueden quedar secuelas como manchas, quemaduras y cicatrices.

Para sacarlo en forma quirúrgica hay dos procedimientos: remover la piel tatuada con cirugía o a través de terapia láser.

Que se use uno u otro procedimiento depende básicamente de la localización del tatuaje (la cara y las manos son los lugares más vulnerables y no se puede aplicar cualquier tratamiento), el tamaño, los colores utilizados, y la cantidad de pigmento en la piel son factores determinantes. También depende de lo que prefiera el paciente.

La cirugía no es dolorosa porque se trabaja con anestesia, pero conlleva los riesgos de cualquier operación. Lo que se hace es extraer la piel tatuada con un bisturí y hacer un tratamiento estético para dejar la menor marca posible.

Para la terapia láser se necesita tener una máquina especial que aplica rayos sobre la superficie tatuada. Lo que hace es calentar los pigmentos de tinta y disgregarlos, convertirlos en partículas más pequeñas, que después el organismo va eliminando.

Este proceso gradual, de varias sesiones, es bastante doloroso porque quema la piel; aunque con la tecnología se ha logrado reducir los daños.

Según Sananes "el tatuaje ayuda cuando la persona, por determinada causa, ha quedado con alguna cicatriz: con un tatuaje puede taparse".