¿Cómo afectará a la inflación el nuevo aumento en el precio de las naftas?
Los aumentos de los combustibles incidirán en el resto de los costos de la economía más allá del incremento puntual en los surtidores.
El aumento del precio de la nafta de 4% sumará presión a la inflación. Por un lado, el impacto directo será acotado según las estimaciones de los economistas. Hablan de 0,24 puntos porcentuales extras entre septiembre y octubre -el rubro de la nafta incide en un 6% aproximadamente en el Índice de Precios al Consumidor (IPC)-. Pero por el otro, el efecto más importante vendría por las subas indirectas de los bienes y servicios vinculados al aumento del transporte.
Desde la consultora Seido, el economista Gabriel Zelpo explica que el impacto será menor en la inflación de septiembre (alguna décimas) porque la suba regirá solo sobre las últimas dos semanas. "Impactaría más en octubre", pronostica.
Según su visión, el envión más fuerte vendrá por el canal de la inflación núcleo debido al salto en el tipo de cambio. Zelpo prevé un alza del IPC de 6,3% en ese mes con un aumento interanual de 54,4 %. "Con todo, es menor respecto del año pasado, en el mismo lapso", agregó.
Marina Dal Poggetto, titular de la consultora Eco Go, señala que la suba de la nafta se da en "un contexto de presión en los costos que escaló". "Hasta ahora la nafta era un ancla política de la inflación. Su precio había quedado rezagado respecto del salto cambiario pero ahora, se vio impactado, además, con la suba en el precio internacional del petróleo", señaló a Clarín.
Los precios del petróleo se dispararon el lunes pasado como consecuencia del ataque contra instalaciones petroleras en Arabia Saudita que indicaban la posibilidad de una escasez de crudo. Por esta razón "el precio del Brent aumentó 14% en un día, lo que representó la tercera variación más importante tras las sufridas en 1986 (15,1%) y 2009 (16,8%)", explicó el Gobierno, quien además estableció un aumento del 5,58% del precio del barril reconocido a los productores de petróleo.
Según Dal Poggetto, el precio de las naftas -por ser un bien transable asociado directamente al tipo de cambio y al conflicto internacional- "se movió hasta ahora, menos que el resto de los bienes, como alimentos, colegios, prepagas".
Ese "atraso" que explican los analistas, está cuantificado por las petroleras, quienes aseguran que aún faltan aplicar subas del orden del 34% para que el precio armonice con la condición histórica que tuvo el combustible. Según el Gobierno, encargado de autorizar las subas, esa brecha es del 15%.
Desde la consultora LCG, Guido Lorenzo, agregó que si bien el impacto por el ponderador directo es muy bajo, "el tema son los efectos de segunda ronda, en los rubros que dependen de la evolución de la nafta, como el trasporte, la producción de servicios y también el potencial aumento de los bienes que tienen que ser transportados. Hay un pass through en el precio de los combustibles", insiste el analista.
"En este contexto, el aumento de las naftas no es favorable, porque la inflación es creciente y no hay nada que ancle las expectativas", resumió. Según sus cálculos, en septiembre, el IPC ascendería al 6,5% o 7% contemplando los ajustes en los surtidores y la evolución del resto de los precios de la economía.
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