Coki Ramírez in fraganti: compró un reloj "trucho" delante de un policía
La ex participante de "Bailando por un Sueño" tuvo una actitud muy irrespetuosa en medio de la calle, que generó el enojo de aquellos que estaban en ese lugar. Entrá a la nota y enterate qué pasó.
El martes pasado Coki Ramírez fue protagonista de un hecho que resultó muy molesto para algunas personas.
La cantante se encontraba a una cuadra de la plaza Cortázar, en Palermo Soho, cuando un trapito le empezó a decir de todo. ¿Qué pasó? Al momento en que la cordobesa, acompañada por una amiga, hacía el amago de salir con su auto, un nigeriano se le acercó para venderle relojes de imitación.
Coki se entusiasmó tanto con los diferentes modelitos que poco le importó estar en medio de la calle, y tranquila como si estuviera dentro de una joyería, se puso a elegir cuáles quería mientras un policía se le acercaba para hacerle notar que dos autos estaban esperando que moviera el suyo para poder estacionar.
Pero ni siquiera la presencia de esa autoridad hizo que la ex participante de "Bailando por un Sueño" se moviera y como si nada Ramírez siguió en la suya. Como si fuera poco, se puso a hablar por celular y una vez que partió no le pagó al trapito. "Amarreta" fue lo menos que le gritaron.
La cantante se encontraba a una cuadra de la plaza Cortázar, en Palermo Soho, cuando un trapito le empezó a decir de todo. ¿Qué pasó? Al momento en que la cordobesa, acompañada por una amiga, hacía el amago de salir con su auto, un nigeriano se le acercó para venderle relojes de imitación.
Coki se entusiasmó tanto con los diferentes modelitos que poco le importó estar en medio de la calle, y tranquila como si estuviera dentro de una joyería, se puso a elegir cuáles quería mientras un policía se le acercaba para hacerle notar que dos autos estaban esperando que moviera el suyo para poder estacionar.
Pero ni siquiera la presencia de esa autoridad hizo que la ex participante de "Bailando por un Sueño" se moviera y como si nada Ramírez siguió en la suya. Como si fuera poco, se puso a hablar por celular y una vez que partió no le pagó al trapito. "Amarreta" fue lo menos que le gritaron.