Club de París: EE.UU. pide "pronto pago" de Argentina
* Por Carlos Burgueño. Junto con Japón, presiona por plazo máximo de 12 meses. Caso contrario, más intereses y punitorios.
Los negociadores argentinos ante el Club de París comenzaron a notar desde la semana pasada un cambio de actitud radical en dos países acreedores: Estados Unidos y Japón. Ambos aumentaron la presión para que se obligue a liquidar en un sólo pago o en no más de un año, la deuda de aproximadamente u$s 6.750 millones aún en default (si se quiere que no se reconozcan los intereses y punitorios). Como contrapartida, cuando mayor sea el plazo, más mora deberá aplicarse, hasta llegar a los u$s 9.500 millones totales. Sólo en este caso, con todos los intereses sumados, esos dos países avalarían un plan de 5 años.
Este panorama fue transmitido en las últimas horas al Ministerio de Economía. Incluye además la certeza que la Unión Europea (UE) avalaría cualquier propuesta incluyendo un plan de pagos de mediano plazo y una quita importante de intereses.
Objetivo
«La solución tiene que permitir crecer a la Argentina; si no, no vamos a avanzar». Así describió la semana pasada la situación el ministro Amado Boudou. El funcionario tiene la orden de rechazar cualquier propuesta que se base en un pago al contado o un plazo corto de liquidaciones. Su objetivo de máxima además es cinco años con una quita total de intereses. Esto chocaría con la posición de algunos de los miembros del Club de París que buscan el esquema más duro para el país.
Lo que se comenzó a notar además es que esta posición era la de algunos estados como Japón, Holanda, Italia y Gran Bretaña y que se enfrentaba a posiciones más amigables desde Francia, Alemania y Estados Unidos. Hace no más de 15 días, se hablaba dentro del Gobierno de las buenas intenciones del Gobierno de Barack Obama ante el resto de los acreedores, buscando la solución más factible para el país. Lo mismo se mencionaba cuando se hablaba de la posición de EE.UU. ante el «board» del Fondo Monetario, donde ese país representaba la posición más reacia contra la aplicación de una sanción a la Argentina por no aceptar las inspecciones del artículo IV.
Sobre este último punto, no se registran novedades en Economía, pero sí en las negociaciones en París. Estados Unidos se estaría acercando a la posición de Japón, estado que había quedado casi en soledad al haberse sumado Gran Bretaña, Italia y Holanda a la posición del resto de los miembros de la UE. Según los funcionarios presentes en las negociaciones (la mayoría se hace vía teleconferencia desde Buenos Aires), los europeos buscan un acuerdo lo más rápido posible (incluso antes de la fecha tope de mayo, autoimpuesta desde la Argentina). Quieren cobrar, aunque sea sin intereses. Sucede que muchas empresas de ese origen sólo podrían conseguir fondos subsidiados para invertir, luego de un acuerdo con el Club de París. En esta situación estarían unas empresas de telecomunicaciones, dos automotrices y varias constructoras.
Cambio
El caso de EE.UU. era diferente. Los negociadores notaban buena predisposición de parte del Gobierno de Obama. Incluso se mencionaba que el mejor se registró en diciembre cuando luego del estallido del escándalo de WikiLeaks, una conversación entre Cristina de Kirchner y Hillary Clinton derivó en un silenciamiento del tema en la cumbre Iberoamericana de Mar del Plata. Por ahora no hay una lectura del cambio de actitud norteamericana, relacionando ésta con la decisión de Obama de no visitar la Argentina y del estallido del escándalo del avión con material norteamericano incautado por la aduana local. Sin embargo, los funcionarios que discuten la situación con el Club de París notan que cambió la posición de EE.UU.
Este cambio de paradigmas podría alterar el cronograma pensado en Economía sobre la marcha de las negociaciones. La intención de Boudou era la de lograr cerrar un acuerdo sobre el monto de la deuda antes de la finalización de febrero, o durante la primera quincena de marzo. Luego, se buscaría dar un salto importante antes o durante la cumbre del FMI de primavera (en el hemisferio norte) de abril y anunciar un acuerdo definitivo durante mayo. El Gobierno por ahora tiene estos tiempos, pero podrían alterarse si Japón y Estados Unidos mantienen una posición irreductible.