Clarín y La Nación denuncian al Gobierno
Los accionistas privados de Papel Prensa denunciaron que el Gobierno quiere "controlar la información".
Los accionistas privados de Papel Prensa, los diarios Clarín y La Nación, denunciaron que existe un plan en marcha para apoderarse del "papel para diarios", en el marco de una maniobra para "controlar la información".
Aseguraron que el Gobierno nacional miente al vincular la venta de la empresa Papel Prensa a accionistas privados en 1976 con delitos de lesa humanidad.
Según dijeron ambos medios, "siguiendo la máxima de Joseph Goebbels, el padre de la propaganda nazi, `miente, miente, que algo quedará`".
"Venimos denunciando desde hace casi un año un plan del gobierno nacional para apoderarse de la compañía y controlar el papel para diarios, insumo esencial de la prensa libre. Controlar el papel es controlar la información, y esto es lo que el Gobierno viene buscando a través de varias herramientas", denunciaron las empresas.
A través de un comunicado publicado en ambos matutinos, señalaron que el Gobierno actúa de esa forma por medio de "la propaganda oficial, la ley de medios, el control del acceso a la información, el manejo militante de los medios públicos y la multiplicación de los medios paraoficiales".
"En los últimos días, esta intención de avasallar el derecho de la sociedad a la libre elección y expresión se reveló de manera muy clara con la cancelación de la licencia de un proveedor de Internet", señalaron, en referencia a las acciones sobre la empresa Fibertel.
Sostuvieron que "esta misma matriz autoritaria y de control mediático es la que se viene revelando en Papel Prensa".
Se quejaron de que el Gobierno "ha elegido un personero para todos esos frentes, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien ha sido denunciado penalmente por La Nación y Clarín por llevar adelante un plan ilegal para hacerse de la compañía".
Las empresas acusaron a Moreno de "pretender arrogarse facultades judiciales y liderar una falaz investigación sobre la historia de la compañía, buscando convertirla en un caso de derechos humanos y de delitos de lesa humanidad".
Según dijeron, eso "le fue ordenado desde lo alto del poder y que resulta inconcebible hasta en las especulaciones más maquiavélicas".
"Para esto viene distorsionando con alevosía hechos históricos, manipulando dolosamente personas y situaciones, reclutando aliados de sugestiva plasticidad y reescribiendo la historia, bastardeando así la bandera de los derechos humanos, en lo que constituye una de las prácticas más deleznables del kirchnerismo", indicaron.
Agregaron que "nunca, en 27 años de democracia, Papel Prensa recibió ningún cuestionamiento administrativo o judicial por su origen".
Según lo señalado por las empresas, en 1976, cuando el Grupo Graiver "atravesaba graves problemas financieros con la quiebra de dos de sus bancos en el exterior" Papel Prensa "fue ofrecida por sus dueños a Fapel, sociedad constituida por los diarios La Nación, Clarín y La Razón".
"La compraventa se llevó a cabo el 2 de noviembre de 1976. Fue una operación absolutamente legal y pública, anunciada en todos los diarios de la época. La Opinión, de Jacobo Timerman, padre del actual canciller (Héctor Timerman), afirmó que se trataba de una `ventajosa operación` para los Graiver", indicaron.
Según los accionistas privados de Papel Prensa "en ese momento no había salido a la luz la conexión del grupo Graiver con la organización armada Montoneros, vínculo que en marzo y abril de 1977 desencadenó el repudiable secuestro de varios miembros de ese grupo por la dictadura militar".
"Los integrantes del grupo Graiver, vendedores de la empresa, fueron ilegalmente detenidos 5 meses después de la venta de Papel Prensa y por imputaciones ajenas a este tema. Al momento de esa operación, los Graiver estaban libres: no habían sido secuestrados ni torturados ni amenazados por la dictadura gobernante", aseguraron.
Además, advirtieron: "Es de esperar que la manipulación de los derechos humanos, la mentira lisa y llana y la persecución de raigambre autoritaria encuentren rápidamente un freno decidido en las instituciones de la democracia".
Aseguraron que el Gobierno nacional miente al vincular la venta de la empresa Papel Prensa a accionistas privados en 1976 con delitos de lesa humanidad.
Según dijeron ambos medios, "siguiendo la máxima de Joseph Goebbels, el padre de la propaganda nazi, `miente, miente, que algo quedará`".
"Venimos denunciando desde hace casi un año un plan del gobierno nacional para apoderarse de la compañía y controlar el papel para diarios, insumo esencial de la prensa libre. Controlar el papel es controlar la información, y esto es lo que el Gobierno viene buscando a través de varias herramientas", denunciaron las empresas.
A través de un comunicado publicado en ambos matutinos, señalaron que el Gobierno actúa de esa forma por medio de "la propaganda oficial, la ley de medios, el control del acceso a la información, el manejo militante de los medios públicos y la multiplicación de los medios paraoficiales".
"En los últimos días, esta intención de avasallar el derecho de la sociedad a la libre elección y expresión se reveló de manera muy clara con la cancelación de la licencia de un proveedor de Internet", señalaron, en referencia a las acciones sobre la empresa Fibertel.
Sostuvieron que "esta misma matriz autoritaria y de control mediático es la que se viene revelando en Papel Prensa".
Se quejaron de que el Gobierno "ha elegido un personero para todos esos frentes, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien ha sido denunciado penalmente por La Nación y Clarín por llevar adelante un plan ilegal para hacerse de la compañía".
Las empresas acusaron a Moreno de "pretender arrogarse facultades judiciales y liderar una falaz investigación sobre la historia de la compañía, buscando convertirla en un caso de derechos humanos y de delitos de lesa humanidad".
Según dijeron, eso "le fue ordenado desde lo alto del poder y que resulta inconcebible hasta en las especulaciones más maquiavélicas".
"Para esto viene distorsionando con alevosía hechos históricos, manipulando dolosamente personas y situaciones, reclutando aliados de sugestiva plasticidad y reescribiendo la historia, bastardeando así la bandera de los derechos humanos, en lo que constituye una de las prácticas más deleznables del kirchnerismo", indicaron.
Agregaron que "nunca, en 27 años de democracia, Papel Prensa recibió ningún cuestionamiento administrativo o judicial por su origen".
Según lo señalado por las empresas, en 1976, cuando el Grupo Graiver "atravesaba graves problemas financieros con la quiebra de dos de sus bancos en el exterior" Papel Prensa "fue ofrecida por sus dueños a Fapel, sociedad constituida por los diarios La Nación, Clarín y La Razón".
"La compraventa se llevó a cabo el 2 de noviembre de 1976. Fue una operación absolutamente legal y pública, anunciada en todos los diarios de la época. La Opinión, de Jacobo Timerman, padre del actual canciller (Héctor Timerman), afirmó que se trataba de una `ventajosa operación` para los Graiver", indicaron.
Según los accionistas privados de Papel Prensa "en ese momento no había salido a la luz la conexión del grupo Graiver con la organización armada Montoneros, vínculo que en marzo y abril de 1977 desencadenó el repudiable secuestro de varios miembros de ese grupo por la dictadura militar".
"Los integrantes del grupo Graiver, vendedores de la empresa, fueron ilegalmente detenidos 5 meses después de la venta de Papel Prensa y por imputaciones ajenas a este tema. Al momento de esa operación, los Graiver estaban libres: no habían sido secuestrados ni torturados ni amenazados por la dictadura gobernante", aseguraron.
Además, advirtieron: "Es de esperar que la manipulación de los derechos humanos, la mentira lisa y llana y la persecución de raigambre autoritaria encuentren rápidamente un freno decidido en las instituciones de la democracia".