Ciudad de Ángeles: el alma del arte funerario

"¿Existe la inmortalidad?" Quien lo pregunta es Diana Gerpe desde su cuenta de Instagram @Aidan_Baires. Allí resucita historias de vida y muerte con la lente de su cámara y su calificado talento para vincular imágenes cargadas de drama con poemas célebres y letras de canciones. 



Diana es tan porteña como el Obelisco. Tiene 58 años y es una estudiosa de la Historia del Arte. Sus amplios conocimientos en arte europeo y occidental la llevaron a mirar el Cementerio de la Recoleta desde otro lugar, como un museo al aire libre. Empezó a caminar la necrópolis sin sacar fotos pues hubo un tiempo no muy lejano en el cual la tecnología era mas reacia, menos  asequible para el común de los mortales. 

Diana se dejaba atrapar por la belleza de la arquitectura y disfrutaba del silencio. Pero desde 2017, su alter ego se encargó de darle vida a la ciudad de los muertos. 

“Fue mi hermano quién me sugirió que publicara las imágenes que iba acumulando, no solo del cementerio, también de sitios de la ciudad”, recuerda. 

Y agrega: “Todo empezó como un hobbie”.


 
Creo ver un juego de palabras o un anagrama en tu “nombre artístico” Aidan_Baires, ¿es así?

DG: Sí, correcto; es mi  alter ego y el resultado de la transposición de las letras de mi nombre pila.



 ¿Cómo es el mecanismo de cada contenido de valor que generás? ¿Surge primero  la imagen o el texto alusivo? ¿Son propios?

DG: La generación del contenido siempre es a partir de la imagen y ésta, aparece de manera intuitiva. No tengo conocimientos técnicos, no voy con ideas preformadas sobre qué o cómo voy a hacer las fotos, solo camino, miro y, de pronto, hay un ángulo, un detalle, una sombra, un ángel, algo que aparece de una forma que me gusta y trato de captarlo. A veces sale bien, otras no se parece en nada a como lo que visualicé en mi cabeza.



¿Y los textos que complementan esas imágenes deben seguir algún patrón?

DG: Las palabras vienen después. Hay ocasiones en que es muy fácil y otras, llevan más tiempo. 



Algunas parecen encajar perfecto con el retrato, con la expresión de la obra escultórica…

DG: Es cierto. Muchas veces pienso en los versos de G.A.Becquer: "Dios mío, qué solos se quedan los muertos". 



Hay una frase  de William Shakespeare que parece hecha a medida: “Pues en ese sueño de Muerte qué sueños podrán venir”.

DG:  Sí,  sí. Pero hay otras ocasiones en que postergo el posteo hasta que se me ocurra algo que sienta que le corresponde. Algo similar me pasa con la música de las historias y los reels. Me lleva una gran cantidad de tiempo dar con "la" melodía, esa que le va.



Me llama mucho la atención tu punto de vista. Las miradas tristes, la lluvia sobre los rostros de las figuras humanas, las telarañas, las gotas de lluvia que parecen lágrimas sobre los ángeles... ¿qué buscás comunicar? 

DG: Soy sincera, nunca me detuve a pensar en sí quería transmitir algo. Desde el principio, fue compartir lo que me apasiona y me causa placer: Belleza y Arte. Encontré un montón de gente alrededor del mundo que admira y disfruta de lo mismo que yo y del Arte Funerario. A través de sus cuentas pude asomarme a cementerios que nunca voy a visitar y descubrir versiones de ángeles y esculturas que se repiten aquí y allá. Es un intercambio muy enriquecedor. Hoy, mirando mis posts podría decir que, por un lado muestro la belleza que pasa desapercibida y que se pierde por estar fuera del circuito habitual, por otro lado es la soledad, la melancolía, el abandono, el olvido que se materializa en el polvo y las telarañas.






¿En relación a la serie "Vitrales", qué me podés contar?

DG: Me gusta creer que los "rescato" para la posteridad ya que muchos van a desaparecer. Hay bellas piezas en mausoleos abandonados, derruidas, sin mantenimiento ni cuidados; esas obras terminarán perdidas para siempre.



 Quienes trabajan en los cementerios asumen que tienen cierta sensibilidad para percibir voces, por ejemplo. ¿Tenés anécdotas de experiencias de este tipo?


DG: No creo tener ninguna sensibilidad especial; pero sí, alguna vez, al asomarme dentro de una bóveda muy destruida, he escuchado un sonido muy tenue, como de campanita o de golpecitos sobre metal, pero que bien podrían atribuirse al viento, gatos o al rumor de la calle.




Se me eriza la piel al escucharte…

DG: También me ha sucedido sentir como si hubiera alguien cerca, percibir algo con el rabillo del ojo y, al darme vuelta, comprobar que no había nadie... y cuando digo nadie, es nadie ya que, por lo general, la gente no se interna por las calles que están desiertas. Me ha pasado de andar caminando y encontrar mariposas que me siguen o van por delante, como abriendo camino o revoloteando sobre mi cabeza.

Todas experiencias cargadas de simbología ¿no es así?

DG: Sabido es que, en algunas representaciones artísticas antiguas, el alma de los difuntos aparecía como una mariposa. También, he vislumbrado colibríes entre las plantas que crecen en los techos de los mausoleos abandonados (en una ocasión quedé cara a cara con uno de ellos); a esta maravillosa ave se le atribuye el ser mensajero de las almas. Cada uno puede darle el sentido que quiera.


¿Cuál es la devolución de la gente?

DG: Positiva. A los extranjeros creo que les gusta ver La Recoleta y descubrir la belleza que tiene; les sorprende la calidad y la similitud de alguna de las obras con las de otros cementerios del mundo, y hablan de venir a visitarlo; a los nacionales les asombran los detalles y las piezas que les pasaron inadvertidas.


 

¿Te gustaría migrar a otra plataforma o aquí estás cómoda?

DG: No lo sé. Escribir un libro me gustaría. Abrí mi Instagram hace casi cinco años, sin pretensiones, para compartir lo que me gusta y hoy estoy acá, siendo entrevistada por Infoveloz.com