Cirielli: "No hay ninguna anormalidad técnica"
El secretario general de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), Ricardo Cirielli, aseguró hoy que "no hay ningún tipo" de "anormalidad" técnica denunciada ante el gremio que encabeza sobre el avión siniestrado anoche en la provincia de Río Negro.
El también ex subsecretario de Transporte Aerocomercial puntualizó que la empresa Sol Líneas Aéreas, propietaria de la aeronave, fue autorizada a volar en 2006, durante su gestión. "Desde el punto de vista técnico, no hay ningún tipo de anormalidad", dijo Cirielli, tras haber revisado los registros del sindicato que conduce a raíz de la caída del avión Saab 340 a unos 250 kilómetros de la ciudad de General Roca, producto de la cual murieron 22 personas.
El ex funcionario, en declaraciones a las radios Mitre y La Red, detalló que los directivos de Sol Líneas Aéreas tramitaron durante su gestión "la documentación que se requiere" para funcionar en el sistema aerocomercial y añadió que, "en el 2006, se autorizó a hacer vuelos" a esa empresa.
Cirielli recordó que los ejecutivos de la compañía pertenecían a "un grupo empresarial rosarino que se dedicaba al turismo" y agregó que esa corporación "tiene 5 ó 6 aviones" del tipo de la aeronave siniestrada.
"Cuando vinieron a solicitar los permisos correspondientes, les dije que nunca cambiaran el tamaño de los aviones porque, con unos más grandes, empiezan los problemas económicos y, además, el país necesitaba vuelos interprovinciales, entre destinos con baja densidad poblacional", concluyó.
El ex funcionario, en declaraciones a las radios Mitre y La Red, detalló que los directivos de Sol Líneas Aéreas tramitaron durante su gestión "la documentación que se requiere" para funcionar en el sistema aerocomercial y añadió que, "en el 2006, se autorizó a hacer vuelos" a esa empresa.
Cirielli recordó que los ejecutivos de la compañía pertenecían a "un grupo empresarial rosarino que se dedicaba al turismo" y agregó que esa corporación "tiene 5 ó 6 aviones" del tipo de la aeronave siniestrada.
"Cuando vinieron a solicitar los permisos correspondientes, les dije que nunca cambiaran el tamaño de los aviones porque, con unos más grandes, empiezan los problemas económicos y, además, el país necesitaba vuelos interprovinciales, entre destinos con baja densidad poblacional", concluyó.