Cinco razones para "odiar" a Claudia Fontán en Solamente vos
La Fontán es una excelente y probada actriz. Pero el personaje que le tocó en suerte en el éxito de Suar y Oreiro, es tan irritante que motivó esta columna.
Por Adrián Pallares
@adrianpalla
1 - Michelle, el personaje de Fontán, es la típica bienuda insufrible que merece todo lo que le pasa. Además su estilo logra convertirse en odiosa a los pocos minutos de verla.
2 - A pesar de todo hace una pareja perfecta con Félix (Juan Minujín) otro personaje antipático de la tira que merecerían terminar juntos. Uno peor que el otro.
3 - Con Michelle al espectador se le presenta un gran problema, no se sabe si es tonta o mala. O las dos cosas juntas o solamente insoportable.
4 - Fontán le pone garra a su personaje, pero algunos tics muy de ella nos remite a otros personajes de "histéricas" que ya interpretó la actriz.
5 - Sabemos que cuando un actor provoca las reacciones que Fontán logra con el público, es que la tarea esta bien realizada. Lo que pasa es que a veces el personaje es tan insufrible que la ficción y la realidad se mezclan y uno termina "detestando", en la ficción obvio, al actor y su "criatura".
@adrianpalla
1 - Michelle, el personaje de Fontán, es la típica bienuda insufrible que merece todo lo que le pasa. Además su estilo logra convertirse en odiosa a los pocos minutos de verla.
2 - A pesar de todo hace una pareja perfecta con Félix (Juan Minujín) otro personaje antipático de la tira que merecerían terminar juntos. Uno peor que el otro.
3 - Con Michelle al espectador se le presenta un gran problema, no se sabe si es tonta o mala. O las dos cosas juntas o solamente insoportable.
4 - Fontán le pone garra a su personaje, pero algunos tics muy de ella nos remite a otros personajes de "histéricas" que ya interpretó la actriz.
5 - Sabemos que cuando un actor provoca las reacciones que Fontán logra con el público, es que la tarea esta bien realizada. Lo que pasa es que a veces el personaje es tan insufrible que la ficción y la realidad se mezclan y uno termina "detestando", en la ficción obvio, al actor y su "criatura".