Cinco millones de motivos para que Rocío Oliva vuelva a amar a Maradona
Dijimos hace unos días que Rocío Oliva se había llevado del hogar conyugal pruebas varias de negociados entre la Argentina y Venezuela. Pero...
La crisis Oliva-Maradona escondía secretos que constituían cuestiones de Estado. Esos Iphone e Ipad que motivaron denuncias de los abogados de Diego para que interviniera INTERPOL y recuperaran materiales sensibles tenían consecuencias en el gobierno nacional.
La rubia tenía en su poder en formato digital pruebas varias de que la Argentina y Venezuela viven un festival de negocios espurios. Acompañando al Diego en sus buenos tiempos, la rubia filmaba, grababa, y hacía todo para registrar momentos que deberían haber pasado desapercibidos.
Oliva con carita de ángel, aún siendo jovencita, tiene la agilidad felina de una Mata Hari aficionada, logró llegar alto y no se iba a perder el tesoro que desfilaba frente a sus ojos presuntamente inocentes.
La desalojaron de Dubái pero no se fue con las manos vacías. Los aparatos digitales eran cofres millonarios. Si hacía copias y las dejaba a buen recaudo tenía garantía absoluta.
No sabemos qué hizo con ellos, pero cuando Maradona volvió a los Emiratos Árabes de urgencia en vísperas del partido de Argentina con Holanda, no fue por propia voluntad. Una voz del gobierno lo instó a que su conflicto afectivo quedara en eso. Nadie debía hacer públicos los documentos secretos de los negocios turbios con la Venezuela de Maduro.
Al fin llegó la paz. La pareja se reconcilió, las denuncias de golpes de Oliva quedaron como remezones de un vínculo nada fácil y por ahora vive la primavera en pleno invierno.
Una noche de amor en Río de Janeiro y los chismes del corazón dieron la buena nueva de una reconciliación.
Hay cinco millones de razones para este final feliz para pimpollos. ¿No está mal, verdad? Cinco millones de razones y todos felices. Aquí no pasó nada. Le avisaron a Nicolás Maduro que la casa estaba en orden. Y el hombre del pajarito místico (devoto número uno del gurú Sai Baba en Venezuela) debe haber repetido el saludo característico de su organización mística: OM SAI RAM, dicen los "babasónicos" de todo el mundo.
Cinco millones de razones para que los Oliva también festejen el amor. Lo decía Jorge Porcel: "¿No es fino?".