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Cinco familias argentinas están atrapadas en Bolivia por una protesta social

Cuatro familias argentinas y una boliviana están encerradas desde ayer en un hotel sin poder salir por una protesta que mantiene todas las calles cortadas.

Cinco familias, cuatro argentinas y una boliviana, se encuentran sitiadas desde ayer en un hotel en la ciudad de Potosí, Bolivia, a causa de una gran manifestación que están llevando a cabo los vecinos de dicha ciudad en contra del gobierno nacional.

 

"La protesta está muy bien organizada, hay cortes cada dos o tres cuadras, y como la ciudad es un laberinto de calles con curvas y contra curvas es imposible salir por ningún lado. Los cortes son muy estratégicos", explicó María del Carmen García, una de las mujeres sitiadas, al programa radial Sobrevivientes.

Según relató la mujer, el conflicto en Potosí data desde hace más de una semana, pero a ellos los afectó recién anoche cuando arribaron a la ciudad, provenientes desde la Quiaca, una de las primeras ciudades en las que pensaban pasar sus vacaciones.

A medida que se acercaban a la ciudad en su camioneta se encontraron con varios controles policiales, pero en ninguno de ellos les advirtieron sobre la situación. El primer corte que encontraron fue en la entrada de Potosí, donde los dejaron pasar sólo cuando pidieron por favor porque su hijito tenía malestar a causa de la altura.

Una vez en la ciudad se encontraron con innumerables cortes en las calles, muchos de ellos muy violentos. "Estuvimos perdidos cuatro horas buscando el centro. En ningún lado encontramos policía ni nada. En un momento hasta nos encerraban la camioneta y nos querían pinchar las ruedas, tuvimos que huir, literalmente. Fueron cuatro horas de mucha angustia", relató María del Carmen.

Pese a toda la situación, que incluye falta de comida y combustible en la ciudad, ella y las demás familias -una boliviana, dos cordobesas, una de la ciudad de Buenos Aires y la suya, proveniente de Río Negro- se mantienen optimistas y de buen humor. "Dentro de media hora llega el cónsul desde Villazón, la verdad no sé cómo va a hacer para entrar hasta el hotel porque es imposible. Pero nosotros tratamos de hacer chistes sobre la situación y mantenernos todos juntos, como una manada", bromeó.