Ciardone: "A mi perrita le compro de todo"
La ex Gran Hermano confiesa estar sóla y no tener amigos en el medio. Asimismo se defiende de quienes la atacan y la acusan de "venderse" a los hombres por dinero, mientras se ocupa de sus intervenciones quirúrgicas y de su perrita.
Es una de las pocas caras de Gran Hermano 2007 que aún continúa con vigencia en los medios, asimismo, su nombre ya resuena entre los labios de la gente con peso propio.
De esta manera, Claudia Ciardone, es actualmente un producto redituable en el espectáculo. Actual supuesta novia de Ricardo Fort y ex de Damián Fortunato y Agustín Belforte (ambos ex compañeros en el reality) hoy arremete en contra de quienes la atacan y, con busto nuevo, se muestra llevandose el mundo por delante.
“Agustín aparece ahí como un muñequito manejado al lado de Damián y, la verdad, me dieron pena los dos”, dice respecto de los ex Gran Hermano con los que se mostró abiertamente al público en una especie de “relación” y ante los cuales hoy debe defenderse por el complot ejercido en su contra.
En torno a esto y ante las declaraciones de los chicos que hoy dicen que la rubia “se vende al mejor postor”, Ciardone refuta con ironía: “Por un lado dijeron que yo cobraba. Eso es verdad. Soy carísima, cobro un montón. Si no, fíjense que a Damián lo dejé en la ruina, no le quedó ni para comprarse las tinturas. Ya no se tiñe, pobrecito”.
Asimismo, Claudia confiesa haber entrado a la casa para “estar en el medio” y afirma que a pesar de haber sido la primer expulsada, al salir “todos me pedían fotos, autógrafos, besos, presencias en boliches. Era fuerte y tuve que manejar eso y no empezar a creérmela, porque como todo, dura un tiempo y después se empieza a caer. Si bien una no deja de ser conocida, el furor ya no es tanto. Como un programa exitoso, donde la gente muere por verte y saludarte, y después baja un poco”.
Sin embargo, declara que de aquella experiencia “no me quedaron amigos” y aunque sóla, lejos de darse por vencida, Claudia aspira a más y entre ese sumar halla el incremento de sus mamas que ya atravesaron dos intervenciones para aumentar el tamaño. Y es que, al parecer, además de su imagen (de la que ocuparse) a Ciardone sólo le queda Ricardo (“”) y su mascota a la que “me encanta comprarle ropa, cuando estoy bajón voy de shopping para mi perrita, que es como mi hija, y le compro de todo: vestidos, zapatitos, botitas, hasta medias, moños y todo lo que vea. Collares tiene millones. Todo muy a mi estilo, con brillos y fucsia”
De esta manera, Claudia Ciardone, es actualmente un producto redituable en el espectáculo. Actual supuesta novia de Ricardo Fort y ex de Damián Fortunato y Agustín Belforte (ambos ex compañeros en el reality) hoy arremete en contra de quienes la atacan y, con busto nuevo, se muestra llevandose el mundo por delante.
“Agustín aparece ahí como un muñequito manejado al lado de Damián y, la verdad, me dieron pena los dos”, dice respecto de los ex Gran Hermano con los que se mostró abiertamente al público en una especie de “relación” y ante los cuales hoy debe defenderse por el complot ejercido en su contra.
En torno a esto y ante las declaraciones de los chicos que hoy dicen que la rubia “se vende al mejor postor”, Ciardone refuta con ironía: “Por un lado dijeron que yo cobraba. Eso es verdad. Soy carísima, cobro un montón. Si no, fíjense que a Damián lo dejé en la ruina, no le quedó ni para comprarse las tinturas. Ya no se tiñe, pobrecito”.
Asimismo, Claudia confiesa haber entrado a la casa para “estar en el medio” y afirma que a pesar de haber sido la primer expulsada, al salir “todos me pedían fotos, autógrafos, besos, presencias en boliches. Era fuerte y tuve que manejar eso y no empezar a creérmela, porque como todo, dura un tiempo y después se empieza a caer. Si bien una no deja de ser conocida, el furor ya no es tanto. Como un programa exitoso, donde la gente muere por verte y saludarte, y después baja un poco”.
Sin embargo, declara que de aquella experiencia “no me quedaron amigos” y aunque sóla, lejos de darse por vencida, Claudia aspira a más y entre ese sumar halla el incremento de sus mamas que ya atravesaron dos intervenciones para aumentar el tamaño. Y es que, al parecer, además de su imagen (de la que ocuparse) a Ciardone sólo le queda Ricardo (“”) y su mascota a la que “me encanta comprarle ropa, cuando estoy bajón voy de shopping para mi perrita, que es como mi hija, y le compro de todo: vestidos, zapatitos, botitas, hasta medias, moños y todo lo que vea. Collares tiene millones. Todo muy a mi estilo, con brillos y fucsia”