Choque de buques: "Mi papá tragó aceite, agua y gasoil"
La hija del único sobreviviente de la tragedia del río Paraná relató con detalles la odisea que vivió su padre durante la madrugada del sábado.
El único sobreviviente hasta ahora de la tragedia en el Paraná, el "Negro" Héctor Bogado de 62 años, está bien físicamente pero destrozado emocionalmente.
En el Sanatorio Modelo Quilmes se recupera del shock y los golpes que recibió en el choque entre el barco arenero Río Turbio, que tripulaba como maquinista. Allí le contó a su esposa y a sus hijas la odisea que vivió.
Si hija, Vanesa (34), le contó al matutino Clarín : "El barco se hundió en menos de cinco minutos. Gracias a su experiencia, logró moverse de tal manera adentro del buque que el agua no lo chupó. Así, en la sala de máquinas se fue agarrando de donde pudo y logró salir a la superficie. Milagrosamente encontró un salvavidas sobre el que flotó una hora y media, en plena madrugada, con frío y a oscuras, hasta que lo rescataron".
"Me contó –siguió Vanesa– que al salvavidas lo alcanzó con desesperación, acercándolo con los pies. Cuando llegó a él, esperó ver a alguno de sus compañeros pero no sucedió; tampoco oyó gritos ni pedidos de auxilio. Nos dijo que a la mayoría el choque los sorprendió mientras dormían. De pronto vio cómo el barco se dio vuelta y decidió tirarse al agua", continúa la publicación.
Al sobreviviente lo rescató gente del buque paraguayo y después llegó la Prefectura. Fue trasladado al hospital de Campana con un cuadro de hipotermia leve y politraumatismos.
"Tragó agua, aceite, gasoil...hubo toneles que se abrieron y varias explosiones", detalló Vanesa.
En general su estado de salud es bueno y se está recuperando. "Físicamente tiene raspones en las piernas. Esperamos que la ART le envíe asistencia psicológica: es lo que más necesita".
El choque ocurrió el sábado a las 3.58 de la madrugada en el km 101 del río Paraná de las Palmas, cerca de Zárate. El Río Turbio, de la empresa Arenera Puerto Nuevo, cargado con 2.200 toneladas de arena, había partido el viernes desde San Pedro y viajaba a Buenos Aires, desde donde el buque paraguayo había zarpado la misma tarde, cargado de contenedores.
En el Sanatorio Modelo Quilmes se recupera del shock y los golpes que recibió en el choque entre el barco arenero Río Turbio, que tripulaba como maquinista. Allí le contó a su esposa y a sus hijas la odisea que vivió.
Si hija, Vanesa (34), le contó al matutino Clarín : "El barco se hundió en menos de cinco minutos. Gracias a su experiencia, logró moverse de tal manera adentro del buque que el agua no lo chupó. Así, en la sala de máquinas se fue agarrando de donde pudo y logró salir a la superficie. Milagrosamente encontró un salvavidas sobre el que flotó una hora y media, en plena madrugada, con frío y a oscuras, hasta que lo rescataron".
"Me contó –siguió Vanesa– que al salvavidas lo alcanzó con desesperación, acercándolo con los pies. Cuando llegó a él, esperó ver a alguno de sus compañeros pero no sucedió; tampoco oyó gritos ni pedidos de auxilio. Nos dijo que a la mayoría el choque los sorprendió mientras dormían. De pronto vio cómo el barco se dio vuelta y decidió tirarse al agua", continúa la publicación.
Al sobreviviente lo rescató gente del buque paraguayo y después llegó la Prefectura. Fue trasladado al hospital de Campana con un cuadro de hipotermia leve y politraumatismos.
"Tragó agua, aceite, gasoil...hubo toneles que se abrieron y varias explosiones", detalló Vanesa.
En general su estado de salud es bueno y se está recuperando. "Físicamente tiene raspones en las piernas. Esperamos que la ART le envíe asistencia psicológica: es lo que más necesita".
El choque ocurrió el sábado a las 3.58 de la madrugada en el km 101 del río Paraná de las Palmas, cerca de Zárate. El Río Turbio, de la empresa Arenera Puerto Nuevo, cargado con 2.200 toneladas de arena, había partido el viernes desde San Pedro y viajaba a Buenos Aires, desde donde el buque paraguayo había zarpado la misma tarde, cargado de contenedores.