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¡Chiflame que ahí voy!

Es increíble lo que pueden llegar a hacer estos tipos silbando. Mirá el video y no lo vas a poder creer.

Todos los años, los más apasionados silbadores se juntan en Louisburg, Carolina del Norte, EE.UU., para participar en el Campeonato Mundial de Silbido. A aquellos que saben silbar, jóvenes y viejos, se los juzga de acuerdo a la resonancia, entonación y presencia en el escenario, mientras ellos interpretan algunos de los más famosos conciertos y sonatas.

En 1970, Allen De Hart, director de relaciones públicas del Louisburg College, fundó el Festival del Condado de Franklin y del Louisburg College, que se centraba en la música y la danza tradicionales de los estados del sur. Tres años después, Darrell Williams, un participante de Durham, pidió silbar su composición original en lugar de cantarla. Los jueces aceptaron la moción y se quedaron tan impresionados con su actuación que el evento anual se convirtió en la Convención Nacional de Silbadores.

Así, durante los últimos 40 años, talentosos maestros del silbido de todo el mundo van a Louisburg para mostrar sus habilidades, con el objetivo de obtener el título de Campeón Mundial de Silbido. Puede parecer una competencia medio extravagante, pero para las docenas de participantes que compiten es algo más que serio. Se pasan muchas horas practicando tanto su silbido como su actuación en el escenario y tienen especial cuidado con sus "instrumentos", asegurándose de estar en perfectas condiciones para el gran día.

El beso aparentemente hace que los labios queden medio flojos, así que algunos participantes adoptan una política de "no besar a nadie" durante las 24 horas previas al evento, para mantener los labios frescos, mientras que otros beben agua helada antes de la presentación. El hielo contrae el tejido de los labios, haciéndolo suave y permitiendo que el aire circule apropiadamente.