Chicho Serna y la viuda y el hijo de Pablo Escobar irán a juicio, acusados de lavar dinero del narcotráfico
La Justicia investiga si el exfutbolista y los familiares del capo narco colaboraban con el jefe de un cartel de drogas colombiano.
El exfutbolista Mauricio “Chicho” Serna, María Isabel Santos Caballero y Juan Sebastián Marroquín Santos, viuda e hijo del fallecido capo narco Pablo Escobar Gaviria, deberán enfrentar un juicio oral y público en la Argentina, acusados de realizar maniobras de lavado de activos en el país provenientes del narcotráfico.
Los acusados deberán explicar ante el juez federal de Morón Néstor Barral sus intervenciones en una organización que lavó en la Argentina dinero del cartel de Cali, comandado por el jefe narco colombiano José Byron Piedrahita Ceballos.
Luego de casi cuatro años de instrucción, el juez elevó a juicio la causa que los tiene como protagonistas en el caso que estaba en principio en manos del fiscal Sebastián Basso y que ahora quedó a cargo de Santiago Marquevich.
De acuerdo a la resolución firmada por Barral, la viuda y el hijo de Escobar Gaviria serán juzgados al igual que el exfutbolista de Boca Serna; el capo narco narco Piedrahita Ceballos; el abogado y empresario Mateo Corvo Dolcet; su esposa, María de los Ángeles Verta, la contadora María Gabriela Sánchez, Antonio Ruiz y Esteban Delrio.
Piedrahita Ceballos, quien se encuentra detenido en Estados Unidos y que declaró como arrepentido, firmó un acuerdo de juicio abreviado con el fiscal Iglesias y su colega Marquevich.
Según fuentes judiciales, luego de reconocer los hechos, aceptó una pena de cinco años de prisión y se le fijó una multa de $165.000.000, aunque la resolución deberá ser homologada por el Tribunal Oral Federal (TOF) a cargo.
El magistrado manifestó que los “canales de lavado de activos” de la organización criminal se enfocaron en dos sectores comerciales. “Por un lado, a través de los emprendimientos inmobiliarios desarrollados por Corvo Dolcet en el partido de Pilar y, por el otro, por medio de actividades de producción de espectáculos de tango y degustaciones gastronómicas, encabezadas por Ruiz”, dijo Barral.
Es que, a partir de los informes presentados tanto por la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y la Unidad de Información Financiera (UIF), se determinó que existieron ingresos de dinero proveniente de las actividades ilícitas de Piedrahita Ceballos en el país. Los mismos se materializaron a través de distintas inyecciones de dinero que recibieron las empresas Ínsula Urbana SA, Pilar Bicentenario, Tango Suite y Club Monserrat.
En ese sentido, según la Justicia argentina, la viuda y el hijo de Escobar Gaviria fueron quienes “introdujeron y unieron” los intereses de Piedrahita Ceballos y Corvo Dolcet “con el fin de que se materialicen las variadas conductas de aplicación de fondos de origen ilícito corroboradas en autos, a sabiendas de su procedencia vinculada con el tráfico ilícito de drogas”.
Por esa razón, “recibieron una suma dineraria que alcanzó al menos el 4,5% del total de la inversión que Piedrahita Ceballos efectuó hasta el día 15 de febrero del 2011, unos U$S 101.950, en los emprendimientos inmobiliarios que Corvo Dolcet lideraba, la cual habría sido utilizada por el hijo de Escobar Gaviria y su esposa para comprar un departamento y una cochera”.
En relación a Serna, los detectives consideran que el ex Boca y los familiares de Escobar integraron “una asociación criminal estable de corte internacional dedicada a poner en circulación en el sistema financiero argentino bienes provenientes de maniobras de tráfico ilegal de sustancias estupefacientes desplegadas por fuera de los límites del territorio nacional, que se habrían concretado en Colombia y en Estados Unidos con el objeto que adquieran apariencia de lícito”.
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