Chávez: "Me ganó la emoción"
Lo expresó el actor Julio Chávez en diálogo por "Hola Chiche", en referencia al Martín Fierro. Además habló de sus padres y su éxito.
El exitoso actor Julio Chávez, dialogó hoy con Ernesto Tenembaum, al que le respondió toda clase de preguntas. Desde su emoción en los Martín Fierro, hasta cúales son los actores argentinos que siguen sorprendiéndolo, pasando por lo que más le gusta y disgusta del país.
Sobre sus palabras al momento de recibir el la estatuilla de oro, dijo que "la emoción a veces hace pulseada con el sentido común, y bueno, me ganó la emoción. No me hago el tonto conmigo mismo, le doy valor y lo vivo intensamente. Me gusta la escena del premio, de la valorización de subir al escenario y decir gracias por la estatuilla".
Respecto a si es una persona competitiva, respondió: "¿si soy competitivo? Está todo el depósito lleno. Al fondo, adelante, al medio" y agregó que"como dice mi amigo Ricky Pashkus, competencia viene de ser competente".
En relación a qué es lo que ve en una persona para definirla como un buen actor, Chávez asevera que "intento mantener separado algunos asuntos. Yo advierto que hay instrumentos que de entrada podes decir `mirá que instrumento agraciado tiene esa actriz o ese actor`. Por otro lado están las personas que trabajan sobre esto y ese instrumento lo llevan al espacio del conocimiento, del arte. Podes ser un gran artista y que Dios te haya dado el problema de no haberte dado el instrumento".
Cuando se le preguntó si le sucede que el manejo actoral que tienen algunos artistas en la Argentina lo sorprenden, dijo que "sí, me pasa muchísimo. Hay dos actores argentinos que siempre me acerco a verlos. Uno ya no me acerco más porque ya no está, y espero no acercarme por un largo tiempo. Es Lautaro Murúa. Otro, que por suerte vive, es Alejandro Urdapilleta. Son los dos seres que más me vienen a la cabeza de cosecha nacional".
Habló también de sus padres de quienes dijo que "mi madre vive y mi padre murió hace muchos años. Creo que si me emocioné el día de los Martín Fierro, mi padre todavía estaría desmayado por que era un ser hermoso, que me miró siempre con mucha ternura.
Mi padre consideró que ya estaba hecho cuando yo nací . Era un artista ignorante".
Respecto a su papel en "El Puntero", aseguró que "el personaje de "El Puntero" era alguien que tenía corazón, y que ese corazón no le permitía hacer las cosas que tenía que hacer como puntero, corrupto. Mi intención era contar la historia de un hombre que no es una mierda pero hace cosas de mierda".
Sobre qué es lo que le duele y qué le gusta de la Argentina en general, afirmó que "Cuando me voy de viaje lo más lindo es cuando el avión llega a Ezeiza. Yo me siento en un clima absolutamente propicio para mi naturaleza. Me encanta la Argentina. Lo que padezco del país es la sensación extrema de mirarse el ombligo. Me afecta eso, de que somos los peores o que somos los mejores. Esa constante autoreferencia egocéntrica que tiene".
Por último, el actor expresó que su acercamiento a la tele en estos últimos años se debe a que "antes no estaba preparado para responder a los pedidos que se hacia con el instrumento y con las dificultades que yo tenía".
Sobre sus palabras al momento de recibir el la estatuilla de oro, dijo que "la emoción a veces hace pulseada con el sentido común, y bueno, me ganó la emoción. No me hago el tonto conmigo mismo, le doy valor y lo vivo intensamente. Me gusta la escena del premio, de la valorización de subir al escenario y decir gracias por la estatuilla".
Respecto a si es una persona competitiva, respondió: "¿si soy competitivo? Está todo el depósito lleno. Al fondo, adelante, al medio" y agregó que"como dice mi amigo Ricky Pashkus, competencia viene de ser competente".
En relación a qué es lo que ve en una persona para definirla como un buen actor, Chávez asevera que "intento mantener separado algunos asuntos. Yo advierto que hay instrumentos que de entrada podes decir `mirá que instrumento agraciado tiene esa actriz o ese actor`. Por otro lado están las personas que trabajan sobre esto y ese instrumento lo llevan al espacio del conocimiento, del arte. Podes ser un gran artista y que Dios te haya dado el problema de no haberte dado el instrumento".
Cuando se le preguntó si le sucede que el manejo actoral que tienen algunos artistas en la Argentina lo sorprenden, dijo que "sí, me pasa muchísimo. Hay dos actores argentinos que siempre me acerco a verlos. Uno ya no me acerco más porque ya no está, y espero no acercarme por un largo tiempo. Es Lautaro Murúa. Otro, que por suerte vive, es Alejandro Urdapilleta. Son los dos seres que más me vienen a la cabeza de cosecha nacional".
Habló también de sus padres de quienes dijo que "mi madre vive y mi padre murió hace muchos años. Creo que si me emocioné el día de los Martín Fierro, mi padre todavía estaría desmayado por que era un ser hermoso, que me miró siempre con mucha ternura.
Mi padre consideró que ya estaba hecho cuando yo nací . Era un artista ignorante".
Respecto a su papel en "El Puntero", aseguró que "el personaje de "El Puntero" era alguien que tenía corazón, y que ese corazón no le permitía hacer las cosas que tenía que hacer como puntero, corrupto. Mi intención era contar la historia de un hombre que no es una mierda pero hace cosas de mierda".
Sobre qué es lo que le duele y qué le gusta de la Argentina en general, afirmó que "Cuando me voy de viaje lo más lindo es cuando el avión llega a Ezeiza. Yo me siento en un clima absolutamente propicio para mi naturaleza. Me encanta la Argentina. Lo que padezco del país es la sensación extrema de mirarse el ombligo. Me afecta eso, de que somos los peores o que somos los mejores. Esa constante autoreferencia egocéntrica que tiene".
Por último, el actor expresó que su acercamiento a la tele en estos últimos años se debe a que "antes no estaba preparado para responder a los pedidos que se hacia con el instrumento y con las dificultades que yo tenía".