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Charlotte Caniggia deberá declarar el lunes por el crimen de "Lechuga"
La joven fue citada para que se le tome declaración testimonial luego de que Mariano Córdoba, uno de los detenidos en la causa asegurara que Fernando Pérez Algaba lo había citado en una oficina que la mediática "le había prestado".
El próximo lunes a las 10, el fiscal Marcelo Domínguez, a cargo de la causa del crimen de Fernando Pérez Algaba, el empresario descuartizado hace más de un mes, tiene previsto tomarle declaración testimonial a Charlotte Caniggia en la SubDirección Departamental de Investigaciones (SubDDI) Esteban Echeverría, situada en avenida Pedro Suárez, de ese partido del sur del conurbano.
Según las fuentes, el instructor judicial quiere hacerle algunas preguntas en función de que uno de los imputados detenidos, el comisario de la Policía de la Ciudad Horacio Mariano Córdoba, la mencionó en su declaración indagatoria.
Entre otros dichos, Córdoba sostuvo en su indagatoria que Pérez Algaba lo citó en una oficina de Puerto Madero, “muy ostentosa, donde había muchas computadoras, con chicos haciendo ‘trading’”, que según dichos de la propia víctima, “se la había prestado Charlotte Caniggia”.
Por su parte, Nahuel Sebastián Vargas, otro de los siete detenidos por el caso, fue quien al ser indagado por el fiscal reveló que el asesinato de “Lechuga” lo cometió otro de los imputados, Maximiliano Ezequiel Pilepich, en una casa de campo de ese sitio, de dos balazos por la espalda y cuando la víctima estaba cambiando una bombita.
“En la segunda habitación a la izquierda la luz que había que cambiar estaba alta, entonces Fernando que era el más alto de los tres, toma una silla y se para en la silla para cambiar la luz”, declaró Vargas.
El acusado explicó que en ese momento salió del lugar a pedido de Pilepich para abrir una ventana y, en ese momento, escuchó los dos disparos.
Cuando regresó, Pilepich le dijo: “Ya está, no aguantaba más, hay límites”, en referencia a que el empresario le venía exigiendo que le pague una deuda y a un hecho que involucraba a su hija adolescente.
“Maxi estaba enojado porque Fernando había agregado al Instagram a su hija de 13 años y le escribía y luego realizaba capturas de pantalla y se las enviaba a Maxi para provocarlo”, contó Vargas.
Para el Ministerio Público, el crimen del empresario Pérez Algaba fue cometido por una deuda de 50.000 dólares y 17 terrenos que el imputado Pilepich debía entregarle a la víctima quien, con el fin de cobrarla, fue la tarde del 18 de julio hasta el predio “Renacer” de General Rodríguez a encontrarse con él.
Camino a ese campo, donde se cree pudo ser capturado y asesinado, “Lechuga” reconoció en un mensaje de audio que temía por su vida ante la posibilidad de ser baleado, según las pruebas aludidas por el fiscal.
El fiscal consideró que, más allá de sus negocios en común, entre Pilepich y Pérez Algaba existía “una relación de amores y odio, en la que se advierte y se puede afirmar la existencia de discusiones peleas y amenazas que se efectuaban entre ambos”.
La desaparición del “Lechuga” fue denunciada el 19 de julio por la dueña de un departamento que la víctima había alquilado de manera temporal en el partido de Ituzaingó, quien, al no tener noticias suyas, se presentó en una comisaría para radicar un pedido de averiguación de paradero.
Mientras que sus restos descuartizados fueron encontrados entre el 22 y el 24 de julio en un arroyo en Ingeniero Budge, partido de Lomas de Zamora.
Por el crimen, además de Pilepich, Vargas y Córdoba, permanecen detenidos Luis Alberto Contrera, Flavia Lorena Bomrad, Fernando Gastón Carrizo y Matías Ezequiel Gil; y a todos ellos el juez de la causa les rechazó la excarcelación.
Con información de Agencia Télam
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