Charlas de Quincho
Quinchos teñidos por el luto de la muerte del ex presidente, con epicentro en Río Gallegos. Desde allí la Presidente comenzó a volver a atender las cuestiones de Estado; también arrancó con el armado de una estrategia para contener a un cuestionadísimo cacique gremial, a quien ya se ninguneó en público.
En un restorán vecino a la Cancillería, un ex presidente español recordaba otras crisis que lo tuvieron como visitante, y se vio en problemas para fumar su habano. Allí se habló de un embajador (estaba con ellos) que devendría ministro. Otra mesa, otro menú, otros protagonistas: los peronistas «federales» apuestan que el Gobierno no abrirá su círculo cerrado, pero temen las prontas deserciones de dos ex gobernadores (uno de ellos muy enigmático).