Champions: B. Munich venció 2-0 a Manchester City
Un doblete Mario Gómez en los últimos minutos del primer tiempo le dio al Bayern de Múnich una clara victoria por 2-0 ante el Manchester City, que se sumó a la lista de equipos que no han podido marcar esta temporada ante el conjunto alemán.
El Bayern mostró ante todo el oficio que lo viene caracterizando a lo largo de la temporada, al que agregó en esta ocasión una alta dosis de serenidad para soportar una fuerte presión inicial del Manchester City.
Se había dicho que para el Bayern el duelo de esta noche iba a ser el partido más difícil de la temporada y al comienzo el City hizo mucho para confirmarlo, imponiéndole velocidad al partido, poniendo el balón en la mitad del Bayern y dificultando con una presión agresiva la salida de los locales.
La primera alarma fue un posible penalti de Jerome Boateng a David Silva en el minuto 3. Sin embargo, pese a que visualmente el City parecía dominar el partido, las ocasiones de gol para el equipo inglés no solo eran escasas, sino que no hubo ninguna completamente clara.
Los avances del City, por prometedores que fueran, solían morir en los centrales del Bayern y las veces que terminaron en remates a puerta el balón fue presa fácil para Manuel Neuer.
En cambio, en la parte defensiva había cosas que fallaban en el juego del City. La presión que practicaba el equipo inglés en la mitad de campo del Bayern le hacía propenso al contragolpe y, por ese camino, el Bayern tuvo la primera ocasión clara de gol cuando Bastian Schweinsteiger remato por encima de la portería, dentro del área pequeña, en el minuto 37.
Dos minutos después llegó el primer gol del Bayern en una situación que se originó en una jugada del francés Franck Ribery por la banda izquierda que terminó en un remate que paró a medias el meta Hart para que Gómez definiera desde corta distancia.
Luego, en el 45, Gómez hizo el segundo, aprovechando otra parada a medias de Hart, esta vez ante un cabezazo de Daniel Van Buyten tras una falta lanzada por Toni Kroos desde la izquierda.
Los goles parecieron paralizar al City y el Bayern tomó el control de las acciones en la segunda parte, poniendo a circular la pelota en sus propias filas y generando situaciones de peligro.
En el 58, Gómez remató desviado desde corta distancia. En el 72, Hart desvió a saque de esquina un remate de media distancia de Schweinsteiger.
La situación exigía una reacción del banquillo del City y la hubo, pero las decisiones del entrenador Roberto Mancini resultaron bastante heterodoxas.
Carlos Tévez, que hubiera podido ser un revulsivo, tuvo que quedarse en el banquillo y desde allí vio como un delantero, Edin Dzeko, tenía que salir para darle paso a un centrocampista como Nigel de Jong y un hombre creativo como Nasri le cedía su puesto a un volante de contención como James Milner.
Todo indicaba que Mancini había resuelto limitarse a minimizar los daños ante el despertar que había mostrado el Bayern en el segundo tiempo