Cerró el Gobierno de los Estados Unidos
Es el primer cierre en 17 años y se debe a la reducción de costos.
Esta medianoche entró en vigencia el primer cierre del Gobierno de Estados Unidos desde 1995, luego de que demócratas y republicanos no llegaran a un acuerdo en el Congreso para evitar la temida paralización de la administración pública.
Se desconoce aún cuánto tiempo podría durar la paralización (si días o semanas) no obstante, el Congreso deberá retomar rápidamente las discusiones para tratar el límite del techo de la deuda que será alcanzado el 17 de octubre, con el fin de evitar que el Tesoro esté impedido de cumplir con sus obligaciones.
Para evitarlo era necesario que republicanos y demócratas se pusieran de acuerdo en el Congreso para ampliar el límite de endeudamiento público hasta los 988.000 millones de dólares, garantizando así el funcionamiento del Gobierno hasta la elaboración de los nuevos presupuestos generales.
Para oficializarlo, la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca emitió una circular interna en la que ordenó a los distintos departamentos que ejecuten los planes "para llevar a cabo un cierre ordenado del Gobierno".
Así, desde hoy el gobierno iniciará por primera vez en 17 años, el nuevo año fiscal sin fondos para llevar adelante sus actividades no esenciales.
Ese procedimiento significará que más de 800.000 empleados públicos deberán quedarse en sus casas hasta que nuevas partidas sean reasignadas, así como varios servicios se verán paralizados, costando en total cerca de 1.000 millones de dólares a las arcas del Estado, según estimó la Casa Blanca.
Ante este panorama, la agencia de calificación Standard & Poor´s (S&P) anunció que no tiene previsto cambiar la nota (AA+) otorgada a los Estados Unidos.
"El debate sobre el límite de endeudamiento no cambiará probablemente nada en la calificación del crédito" del país, informó la agencia.
Sin embargo, como publica la agencia de noticias DPA, ésta lanzó una advertencia: si el techo de endeudamiento no se eleva a tiempo, el rating caerá.
La oposición republicana había elaborado un plan según el cual se comprometía a apoyar una ampliación del límite de endeudamiento público a cambio de nuevos recortes en el gasto, centrados en la reforma sanitaria del Gobierno, a la que se conoce popularmente como "Obamacare".
Con el objetivo de imponer su plan, la Cámara de Representantes, dominada por los republicanos, aprobó el sábado un proyecto de ley para aplazar un año la aplicación de la reforma sanitaria a cambio de entregar más fondos al Gobierno, pero el Senado, de mayoría demócrata, lo rechazó.
A última hora de ayer, la Cámara de Representantes volvió a aprobar -por 228 votos a favor y 201 en contra- otro proyecto de ley con el mismo contenido y el Senado lo volvió a rechazar esta madrugada -con 54 votos en contra y 46 a favor-, haciendo casi inevitable el cierre del Gobierno.
En un último intento conciliador, la Cámara de Representantes propuso celebrar una "conferencia legislativa" para crear una comisión bicameral en donde resolver el conflicto, pero el Senado se negó.
"No iremos con una pistola apuntando a nuestras cabezas", dijo su presidente, el demócrata Harry Reid.
Reid también denunció que los republicanos están forzando el cierre "porque no creen en el gobierno y mañana (por hoy) será un mal día para el gobierno y un día de celebración en la cámara de Representantes".
Obama estuvo negociando hasta última hora para forzar un acuerdo, advirtiendo de que el cierre del Gobierno tendría un "impacto real" en la economía del país, informó la agencia de noticias Europa Press.
En una comparecencia pública, había instado a los líderes políticos a "actuar de forma responsable", subrayando que el Congreso tiene como principales responsabilidades "aprobar un presupuesto y pagar las facturas a tiempo".
También había hablado por teléfono a todos los líderes del Congreso: el republicano John Boehner y la demócrata Nancy Pelosi en la Cámara de Representantes, y Reid y el republicano Mitch McConnell en el Senado, para tratar de persuadirlos de que limaran sus diferencias.
Ninguna de sus gestiones logró el resultado esperado. Por eso Obama se apuró en garantizar hoy por ley los fondos para sostener a las Fuerzas Armadas.
"Ustedes, aquellos en uniforme, seguirán con sus obligaciones normales", anticipó el mandatario estadounidense a las tropas en un mensaje por video, y les aseguró que tendrán los medios necesarios para cumplir sus misiones.
"Las amenazas a nuestra seguridad nacional no cambiaron, y necesitamos que estén listos para cualquier contingencia", aseguró y garantizó que "las operaciones militares seguirán en marcha, como nuestros esfuerzos en Afganistán".
No obstante, confirmó la incertidumbre para los empleados civiles del Pentágono, adonde podrían darse "algunas licencias", sostuvo el presidente.
(Fuente: Télam)