Cepo al dólar: comienzan a venderse inmuebles en pesos
* Por Horacio Alonso. Las pocas operaciones se hacen con un valor negociado entre el cambio oficial y el «blue»
Son pocas las operaciones que se realizaron en los últimos días. En algunos casos el comprador debe aceptar un aumento en pesos de más del 20%.
«Cuesta aceptarlo, pero lo que marca la realidad es que los inmuebles aumentaron en pesos entre un 20% y un 30% de un día para el otro y no van a bajar». La frase pertenece a un operador inmobiliario y alude a la brecha que, con variaciones, hay entre el dólar oficial y el «blue» desde que el Gobierno decidió restringir aún más la compra de divisas.
Es que si bien el mercado (que históricamente se maneja en dólares) sufrió un golpe durísimo, que prácticamente paralizó la actividad, en el sector hay opiniones que anticipan que la pesificación es inevitable. Especialmente teniendo en cuenta que el Gobierno se muestra decidido a dar batalla con la tradición de este sector.
Actualmente, el mercado inmobiliario se divide en dos: los que tienen dólares para pagar se manejan sin problemas, ya que el vendedor va a aceptarlos sin inconveniente. Pero son pocos los que en estas condiciones se desprenden de los billetes «verdes». La otra situación -la más común- es la de quienes no pueden acceder a comprar dólares en el mercado oficial y quieren adquirir una propiedad en pesos al valor del oficial. El vendedor no lo acepta. Quiere dólares o, de lo contrario, la cantidad de pesos suficientes para comprar, en el mercado informal, la misma cantidad de dólares pedidos originalmente.
«El mercado está parado y si el Gobierno no cede, en algún momento, la gente va a tener que vender y aceptará operar en pesos con el recargo que exista por la brecha entre los dos dólares. Se va a avanzar hacia eso», reconoció el empresario. A lo sumo, se podría negociar un valor intermedio de aumento en pesos entre la brecha de los dos tipos de dólares.
De hecho, las pocas operaciones que se realizaron la semana pasada estuvieron marcadas por este esquema. Un caso concreto se vivió en una inmobiliaria de Barrio Norte. La venta de un departamento se había pactado en u$s 105.000. Entre la firma del boleto y la escritura se agravaron las restricciones y el comprador se vio imposibilitado de comprar dólares al valor oficial. El vendedor aceptó, en ese caso, pesos, pero al equivalente para comprar los u$s 105.000 al «blue». Ésa parece ser la tendencia que va ganando terreno.
No sólo algunos operadores inmobiliarios ven ese escenario. El economista Abel Viglione, en una entrevista televisiva, explicó que se camina hacia ese horizonte: «Si no se libera la compra de dólares, las operaciones inmobiliarias se harán en pesos al cambio cercano al valor del blue».
Para Hugo Mennella, presidente del Colegio de Corredores porteño (Cucicba), la actividad del sector sufrió «una fuerte retracción» que impactará en los niveles de empleo y construcción. Por eso la entidad está analizando solicitar una reunión con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para plantearle la realidad del sector.
Si bien el Gobierno no dio señales, por el momento, de intervenir ante la fuerte caída de las operaciones, el impacto en materia social y económica que generará la parálisis de las operaciones es tema de preocupación. Por eso se está analizando un proyecto, tal como adelantó este diario, para destrabar la compraventa de inmuebles mediante la intervención de bancos oficiales con el propósito de avanzar en la pesificación de las operaciones.
De todas maneras, además de la oposición de los empresarios del sector, el hecho de que el mercado se mueva en pesos suma un inconveniente: la preocupación por la pérdida de poder adquisitivo ante la mayor inflación. En muchos casos, el vendedor de un inmueble cobraba los dólares y salía a buscar una propiedad. En pesos, si se demora, la inflación podría complicarle la compra de otro inmueble. Además, ese esquema sería muy riesgoso, ya que quedarse con pesos en mano con un dólar «blue» con bruscos cambios puede hacer que en pocos días esos pesos no alcancen para comprar el inmueble buscado porque quien lo venda se regirá por la cotización del «paralelo».
«La situación es crítica. Hoy nos mantenemos por los ingresos que tenemos de administrar alquileres, pero esto representa el 20% de la facturación. Las que más van a sufrir son las inmobiliarias chicas. Algunas ya empezaron a cerrar», reconoció Jorge Toselli, de JT Inmobiliaria.
«Cuesta aceptarlo, pero lo que marca la realidad es que los inmuebles aumentaron en pesos entre un 20% y un 30% de un día para el otro y no van a bajar». La frase pertenece a un operador inmobiliario y alude a la brecha que, con variaciones, hay entre el dólar oficial y el «blue» desde que el Gobierno decidió restringir aún más la compra de divisas.
Es que si bien el mercado (que históricamente se maneja en dólares) sufrió un golpe durísimo, que prácticamente paralizó la actividad, en el sector hay opiniones que anticipan que la pesificación es inevitable. Especialmente teniendo en cuenta que el Gobierno se muestra decidido a dar batalla con la tradición de este sector.
Actualmente, el mercado inmobiliario se divide en dos: los que tienen dólares para pagar se manejan sin problemas, ya que el vendedor va a aceptarlos sin inconveniente. Pero son pocos los que en estas condiciones se desprenden de los billetes «verdes». La otra situación -la más común- es la de quienes no pueden acceder a comprar dólares en el mercado oficial y quieren adquirir una propiedad en pesos al valor del oficial. El vendedor no lo acepta. Quiere dólares o, de lo contrario, la cantidad de pesos suficientes para comprar, en el mercado informal, la misma cantidad de dólares pedidos originalmente.
«El mercado está parado y si el Gobierno no cede, en algún momento, la gente va a tener que vender y aceptará operar en pesos con el recargo que exista por la brecha entre los dos dólares. Se va a avanzar hacia eso», reconoció el empresario. A lo sumo, se podría negociar un valor intermedio de aumento en pesos entre la brecha de los dos tipos de dólares.
De hecho, las pocas operaciones que se realizaron la semana pasada estuvieron marcadas por este esquema. Un caso concreto se vivió en una inmobiliaria de Barrio Norte. La venta de un departamento se había pactado en u$s 105.000. Entre la firma del boleto y la escritura se agravaron las restricciones y el comprador se vio imposibilitado de comprar dólares al valor oficial. El vendedor aceptó, en ese caso, pesos, pero al equivalente para comprar los u$s 105.000 al «blue». Ésa parece ser la tendencia que va ganando terreno.
No sólo algunos operadores inmobiliarios ven ese escenario. El economista Abel Viglione, en una entrevista televisiva, explicó que se camina hacia ese horizonte: «Si no se libera la compra de dólares, las operaciones inmobiliarias se harán en pesos al cambio cercano al valor del blue».
Para Hugo Mennella, presidente del Colegio de Corredores porteño (Cucicba), la actividad del sector sufrió «una fuerte retracción» que impactará en los niveles de empleo y construcción. Por eso la entidad está analizando solicitar una reunión con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, para plantearle la realidad del sector.
Si bien el Gobierno no dio señales, por el momento, de intervenir ante la fuerte caída de las operaciones, el impacto en materia social y económica que generará la parálisis de las operaciones es tema de preocupación. Por eso se está analizando un proyecto, tal como adelantó este diario, para destrabar la compraventa de inmuebles mediante la intervención de bancos oficiales con el propósito de avanzar en la pesificación de las operaciones.
De todas maneras, además de la oposición de los empresarios del sector, el hecho de que el mercado se mueva en pesos suma un inconveniente: la preocupación por la pérdida de poder adquisitivo ante la mayor inflación. En muchos casos, el vendedor de un inmueble cobraba los dólares y salía a buscar una propiedad. En pesos, si se demora, la inflación podría complicarle la compra de otro inmueble. Además, ese esquema sería muy riesgoso, ya que quedarse con pesos en mano con un dólar «blue» con bruscos cambios puede hacer que en pocos días esos pesos no alcancen para comprar el inmueble buscado porque quien lo venda se regirá por la cotización del «paralelo».
«La situación es crítica. Hoy nos mantenemos por los ingresos que tenemos de administrar alquileres, pero esto representa el 20% de la facturación. Las que más van a sufrir son las inmobiliarias chicas. Algunas ya empezaron a cerrar», reconoció Jorge Toselli, de JT Inmobiliaria.