Cayeron narcos que escondían cocaína en tomates podridos y grasa de litio para despistar a los perros antidrogas
Los 408 kilos de cocaína iban en un camión y fueron secuestrados en Santiago del Estero tras haber sorteado un control en Salta.
El dato de "inteligencia" indicaba que un camión cargado con cocaína había salido de Colonia Santa Rosa, en Orán, Salta, rumbo a la provincia de Buenos Aires. Los gendarmes lo esperaron en El Naranjo, departamento de Rosario de la Frontera, y lo pararon con la certeza de que harían un gran decomiso.
Sin embargo, los perros antinarcóticos no marcaron nada y a los gendarmes no les quedó otra opción que dejarlo seguir su camino. Recién cuando se rechequearon los indicios, el juez federal de Orán Gustavo Montoya ordenó que se lo volviera a interceptar para revisarlo.
El camión Mercedes Benz con acoplado fue demorado por segunda vez en Santiago del Estero. Se lo detuvo en una estación de peaje de la ruta nacional 34, cerca de la localidad de Fernández y a 48 kilómetros de la capital provincial.
Fue allí donde se terminó descubriendo que efectivamente llevaba 408 kilos de cocaína boliviana. La droga estaba distribuida en 16 cajones y constaba de 389 ladrillos. Según fuentes del caso, en Salta los perros fallaron porque la organización había tomado recaudos para desorientarlos.
"La cocaína había sido ubicada en el centro de la carga y estaba toda rodeada de cajones y cajones de tomates podridos. Además, encima de ellos, donde estaba la droga, habían colocado grasa de litio. Estas dos cosas hicieron que el olfato de los perros antidrogas fallara", contaron a Clarín fuentes del caso.
La organización también había tomado otros recaudos extra. Por un lado, había envuelto los cajones con cocaína en papel aluminio, para eludir los escáneres, y el chofer del camión viajaba con 100.000 pesos en efectivo, listos para una coima en caso de ser descubierto.
Además del chofer -en cuya casa en La Plata (provincia de Buenos Aires) se secuestraron casi tres millones de pesos y 40.000 dólares-, la Gendarmería detuvo a un empresario frutihortícola de Colonia Santa Rosa (Salta), señalado como líder de la banda.
Este hombre, identificado como Jesús "Tito" Navarro, cayó junto a su esposa en la provincia de Santa Fe, en pleno viaje hacia Buenos Aires. De acuerdo a lo que contaron las fuentes a Clarín, estaba siendo investigado hace más de un año y fueron siguiendo su pista que se llegó al dato del camión con tomates.
“Al momento de su arresto, tenía una bolsa con más de 20 llaves de vehículos, cerca de 110.000 pesos y 2.700 dólares”, informaron los voceros.
En Colonia Santa Rosa -donde tenía tres invernaderos de cultivo de tomates y hortalizas-, se llegó a un domicilio de acopio donde se secuestraron dos máquinas de contar dinero, teléfonos satelitales y dos camionetas, una de ellas con un compartimento secreto en el que se habían guardado 84.000 dólares.
De acuerdo a las fuentes, se sospecha que este dinero viajaba a Bolivia para la compra de más cocaína. Una vez adquirida la droga en ese país, se enviaba a la Argentina en camioneta o través de pasadores que cargan los ladrillos en mochilas.
La principal pista de la causa apunta a que el destino final de la droga era Europa. En principio, la organización detenida luego del decomiso de los 408 kilos se encargaba de toda la logística interna y de importar la droga desde Bolivia, pero la última fase estaría a cargo de otra banda.
El expediente se inició hace un año y ocho meses por orden del Juzgado Federal de Orán, subrogado por Gustavo Montoya, que estableció que los narcotraficantes tenían asiento en la localidad salteña de Colonia Santa Rosa.
Allí, personal de Gendarmería intervino más de 70 líneas telefónicas y 10 direcciones de correo electrónico. Así determinó que durante la tarde del martes se iba a producir un traslado de cocaína de Salta a la provincia de Buenos Aires.
Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se trata de "uno de los golpes más grandes al tráfico de cocaína".
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