Cata Cabana: "Muchos piensan que la investigación es cosa de hombres"
En el mes de la mujer, dialogamos con una historiadora que tuvo que aprender a hacerse escuchar en medio del eco de potentes voces masculinas. Nos señala tres figuras femeninas que supieron romper todos los moldes y afirma que la historia dejó de ser un "embole". Con ustedes, Cata Cabana.
Cata Cabana es historiadora, escritora, investigadora y especialista en Arquitectura de Buenos Aires. Sus libros fueron presentados en Estados Unidos, Europa, Latinoamerica y África. Es docente de Comunicación y Filosofía e Historia del Arte en el ámbito universitario y coordina "Experiencia Abasto", un proyecto que creó para divulgar el tango y la cultura argentina. Infoveloz fue a su encuentro para hablar del "presente" de la historia.
Periodista: Contame un poquito sobre tus primeros pasos en el terreno de la cultura
Cata Cabana: La historia me gustó desde siempre. A los 7 años descubrí un libro sobre Tutankamon en mi casa, y supe que quería eso para siempre. Crecí leyendo sobre el Antiguo Egipto, mientras todos leían "Elige tu propia Aventura", yo viajaba al pasado y me aventuraba entre pirámides, templos, dioses y faraones. Siempre supe que iba a estudiar historia. Entré por Egipto, pero me especialicé en Buenos Aires, su arquitectura, su vida cultural y sus avatares políticos.
P: ¿Qué es ser hoy un historiador?
C.C: Ser historiador es cuestionar sobre el presente todo el tiempo. ¿Como llegamos hasta acá? A mi me gusta pensar que puedo reconstruir el pasado, desde el mínimo detalle hasta lo macro. Es verdad: todo es historia. Aunque parezca un cliché. Por suerte, se entiende cada vez más que la microhistoria, o la historia de las pequeñas cosas, es historia.
P: ¿Qué buscás transmitir en una charla?
C.C: Yo busco contagiar mi entusiasmo por el pasado. Me parece fundamental saber todo, todas las campanas, de lo que paso, para construir el presente.
P: ¿Qué trabajos que has hecho te enorgullecen y por qué?
C.C: Como historiadora, me enorgullece hablar de mi identidad en el mundo. Llegar a lugares inhóspitos y explicar qué es el tango, su vinculación con el sentido del encuentro, y la esquina del barrio. A veces, la subjetividad se entromete, pero amo mi lugar.
P: ¿Qué satisfacciones sentís que te trajo esta carrera?
C.C: Esta carrera me trajo muchas satisfacciones: viajé, dí conferencias, conocí gente maravillosa y culturas diversas. Hasta las discusiones y los debates son geniales, todo enriquece.
P: ¿Cuál considerás que es tu mayor logro?
C.C: No lo sé, podría decir que la segunda edición de "Abasto", pero también saber llegar a la gente, lograr que me escuchen, incluso los públicos difíciles. Como docente, cuando un alumno me dice "profe, ayer fui a tal museo y me encontré con Xul Solar en una pared", para mi es misión cumplida.
P: ¿Cuál es el periodo de nuestra historia que mas te gusta contar y por qué?
C.C: Me gusta hablar de casi todos los periodos, porque me gusta vincularlos. Nada empieza y termina en fechas determinadas, todo va sucediendo, y es dinámico. Así que desde que Buenos Aires es, podemos hablar. Aunque... las vanguardias son geniales. Como el tango.
P: ¿Creés que hoy hay buena receptividad por parte de la soiedad para los relatos históricos?
C.C: En la actualidad, veo mayor recepción frente a la historia. Caducó eso de "la historia es un embole" y se entendió que es necesaria.
P: ¿Se enseña bien la historia en los colegios?
C.C: A veces la enseñanza de la historia es complicada. En algunos ámbitos es parcializada y en otros le recortan horas cátedras. Es una pena, y es polémico.
P: ¿Las políticas públicas vinculadas a la cultura son acertadas?
C.C: Es todo un debate. Hay subsidios y mecenazgo pero cuando rascás, ves malversación y corrupción.
P: En lo personal ¿cómo fue tu experiencia como historiadora en un nicho donde casi todos son hombres?
C.C: Muchas veces sentí eso de "¿y esta piba de qué me viene a hablar?". Se prejuzga mucho. Pero aprendí a hacerme escuchar, siempre fui preparada para no dejar respuesta en blanco. Siempre elegí temas polémicos, incluso cuando me dediqué a la historia social y del arte, nunca dejé de lado el análisis crítico y político. Es curioso, en la universidad siempre hay más mujeres que hombres estudiando, pero luego en el ámbito laboral no se refleja. Obvio que también está el tema de la maternidad, la estigmatización. Se cree que si sos historiadora es para ser profesora porque la verdad es que muchos piensan que la investigación es cosa de hombres. Yo siempre hice caso omiso a eso, y fui sorda a las cosas que me decían. Siempre supe que iba a ser historiadora, y que la iba a comunicar. Los historiadores tenemos una responsabilidad social: comunicar la historia, difundir y transmitir lo que pasó.
P: ¿Cuáles son a tu criterio las grandes mujeres de la historia que nos dieron "alas" a las mujeres?
C.C: Tita Merello, es incomparable, imparable, honesta, sincera, firme, fuerte. Una historia increíble. Lola Mora, la han defenestrado, mal hablaron de ella, pero su obra la trasciende, y ayuda a demostrar que lo que se dijo de ella, no era así. Y Berta, la mamá de Gardel, símbolo de las madres solteras, inmigrantes, y luchadoras de fines del siglo XIX.
Berta Gardés, mamá de Carlos Gardel (14 de julio de 1865 - 7 de julio de 1943)
Tita Merello (11 de octubre de 1904, Buenos Aires - 24 de diciembre de 2002, Buenos Aires)
Lola Mora (Tucumán,17 de noviembre de 1866 - Buenos Aires, 7 de junio de 1936)
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