Castigados por defecar en la calle
Dos mujeres y un hombre de viaje de placer en Nueva Zelanda, se tomaron demasiado en serio lo del “relajo” de las vacaciones. Tanto es así, que no se preocuparon por ubicar un baño y defecaron en la calle. La justicia los condenó a trabajos de limpieza.
El hecho tuvo como protagonistas a tres turistas españoles (dos mujeres y un hombre) que, de paseo por Nueva Zelanda, decidieron, así sin más, defecar en medio de la calle en pleno barrio residencial.
Habiendo sido tapa de diarios de Nueva Zelanda y Alemania, las mujeres (una oriunda de Barcelona y otra de Reus) argumentaron que eran excursionistas sin lugar fijo. Algo así como “hippies” de ocasión y que, por ende, no disponían de baño portátil.
La denuncia, fue radicada por varios vecinos que descubrieron heces humanas en sus veredas, a pocos metros de una furgoneta en la que habitaban los extranjeros y, asimismo, por un residente del pueblo de Te Anau que al salir de su casa, observó como los extranjeros, sin pudores ni reservas utilizaban su reja como tendedero.
"Estaban como en casa", dijo un portavoz de la Policía.
Sin embargo, lejos de la inconsciencia y con completa suspicacia, para eludir comparecer ante un juzgado, los acusados se ampararon en la normativa que establece la eximición de la denuncia mediante trabajos comunitarios, por lo que durante tres horas recorrieron los alrededores de Te Anau para juntar las deposiciones que encontraran a su paso.
Habiendo sido tapa de diarios de Nueva Zelanda y Alemania, las mujeres (una oriunda de Barcelona y otra de Reus) argumentaron que eran excursionistas sin lugar fijo. Algo así como “hippies” de ocasión y que, por ende, no disponían de baño portátil.
La denuncia, fue radicada por varios vecinos que descubrieron heces humanas en sus veredas, a pocos metros de una furgoneta en la que habitaban los extranjeros y, asimismo, por un residente del pueblo de Te Anau que al salir de su casa, observó como los extranjeros, sin pudores ni reservas utilizaban su reja como tendedero.
"Estaban como en casa", dijo un portavoz de la Policía.
Sin embargo, lejos de la inconsciencia y con completa suspicacia, para eludir comparecer ante un juzgado, los acusados se ampararon en la normativa que establece la eximición de la denuncia mediante trabajos comunitarios, por lo que durante tres horas recorrieron los alrededores de Te Anau para juntar las deposiciones que encontraran a su paso.