Caso Sofía Herrera: a 10 años de su desaparición un testigo reactivó la investigación
Ahora la buscan en tres lugares que nunca habían sido rastrillados. La nena tenía tres años cuando fue vista por última vez en un camping.
Un nuevo testigo reactivó la investigación sobre la nena que tenía tres años cuando fue vista por última vez en un camping al que había ido a pasar el día con su familia.
El misterio por la desaparición de Sofía Herrera cumplió 10 años en septiembre pero no dejan de buscarla. Un nuevo testigo reactivó la investigación sobre la nena que tenía tres años cuando fue vista por última vez en un camping al que había ido a pasar el día con su familia.
El foco del operativo que se llevará a cabo este martes estará puesto en tres lugares que todavía no habían sido revisados, pero que surgieron del testimonio de un expolicía que hasta el momento no había prestado declaración. "El testigo dio a conocer algunas situaciones que vincularían a una tercera persona que habría tenido conocimiento de algún hecho que podría haberle sucedido a la menor", reveló a TN.com.ar el nuevo juez del caso, Daniel Césari Hernández.
En el marco de una revisión completa del expediente que ya cuenta con más 13 mil fojas, el magistrado adelantó que participarán del operativo 20 policías, cinco civiles y dos científicos del Centro Austral de Investigaciones que aportarán un georadar y en magnetómetro. También usarán drones y la búsqueda se repetirá el próximo jueves.
Cada hora, cada día, cada año que pasó sin encontrar rastros de Sofía fue apagando las expectativas de encontrarla viva, sin embargo Hernández todavía no lo descarta. De hecho, sostuvo, se están "investigando denuncias en una provincia del centro de país".
Sofía desapareció el 28 de septiembre de 2008. Había ido con sus padres y un matrimonio amigo con sus tres hijos a un camping a 58 kilómetros de Río Grande, camino a Ushuaia. Fue un momento de distracción fugaz. Así desapareció y no volvieron a encontrarla.
La investigación fue cuestionada. Un día después de la desaparición, mucha gente se acercó al lugar para intentar ayudar en la búsqueda sin que se preservaran las posibles pruebas en el lugar. Se demoró el alerta para cerrar las fronteras. La primera reconstrucción del hecho demoró ocho meses en hacerse y el único detenido entonces fue el cuidador del camping, John Goodall, liberado poco después por falta de pruebas.