Justicia Cero
Caso Próvolo: quiénes son los tres condenados por abusar de niños sordos
Dos curas y un jardinero fueron condenados por abuso sexual infantil.
La Justicia condenó a 45, 42 y 18 años de prisión a Horacio Corbacho, Nicola Corradi y Armando Gómez por abuso sexual infantil contra niños sordos en el Instituto Antonio Próvolo de Mendoza.
Horacio Corbacho, el cura poeta
Condenado a 45 años de prisión.
El sacerdote, de 61 años, fue acusado por 16 casos de abuso sexual agravado y corrupción de menores.
En uno de los allanamientos realizados en el instituto, los investigadores encontraron las cartas que intercambiaba con otro sacerdote. "Y aquí me pongo a cantar al compás de un sordomudo. Tené cuidado ahí adentro a ver si te rompen el culo", decía una de las tantas rimas que le escribió a "R.J.J.G.".
Según confirmaron fuentes judiciales, se trata de otro cura que estaba en Buenos Aires y que ya fue identificado. Los textos, todos con contenido sexual, hacían mención al "Provolín" y los "provoludos" y describían el instituto como un "telo".
En al menos 25 cartas, el religioso se explaya sobre situaciones promiscuas y llega a comparar la llamada "Casita de Dios" con un prostíbulo, donde también tenía a una "gatita", que podría ser una de las víctimas. En los escritos escribía sátiras en versos y realizaba dibujos pornográficos.
Desde diciembre de 2016 estuvo detenido en el penal Boulogne Sur Mer, a la espera del juicio oral que acaba de terminar.
Nicola Corradi, acusado en cada lugar por el que pasó
Condenado a 42 años de prisión
Nació en Italia y llegó a la Argentina en 1970. Hasta un año antes había estado en el Próvolo de Verona, donde se registraron las primeras denuncias de abusos. "Había que elegir 'a tu casa' o 'a América'", dijo Eligio Piccoli, otro de los curas acusados allí, en una cámara oculta de un sitio italiano.
Ya en el país, primero estuvo en la sede del instituto de La Plata, donde se lo investiga por denuncias de abuso. Fue denunciado en la UFI Nº 15 por Daniel Sgardelis, un exalumno. Sin embargo, Javier Fronza, vicario judicial del Arzobispado de La Plata, afirma que nunca estuvo en el Próvolo de esa ciudad.
Estuvo en La Plata hasta marzo de 1997, cuando fue trasladado a la entonces flamante sede Mendoza del Próvolo, de la que fue director. Allí lo acusan de cinco abusos simples y corrupción agravados.
Hoy de 83 años, esperaba la sentencia con prisión domiciliaria por afecciones de salud.
Armando Gómez, el jardinero sordomudo
Condenado a 18 años de prisión.
Su defensa había argumentado que no podía atravesar el debate por ser analfabeto y sordomudo. Pero ese argumento no prosperó, porque se estableció que entiende la lengua de señas argentina (LSA).
El ex jardinero del Próvolo de Mendoza, de 51 años, fue acusado por cuatro casos de abuso.
Esperó su sentencia en el pabellón 14 B de la cárcel de Boulogne-sur-Mer, donde asiste a un curso en el que aprende a crear productos y juegos "inclusivos". También recibe periódicamente la visita de su hija.
Horacio Corbacho, el cura poeta
Condenado a 45 años de prisión.
El sacerdote, de 61 años, fue acusado por 16 casos de abuso sexual agravado y corrupción de menores.
En uno de los allanamientos realizados en el instituto, los investigadores encontraron las cartas que intercambiaba con otro sacerdote. "Y aquí me pongo a cantar al compás de un sordomudo. Tené cuidado ahí adentro a ver si te rompen el culo", decía una de las tantas rimas que le escribió a "R.J.J.G.".
Según confirmaron fuentes judiciales, se trata de otro cura que estaba en Buenos Aires y que ya fue identificado. Los textos, todos con contenido sexual, hacían mención al "Provolín" y los "provoludos" y describían el instituto como un "telo".
En al menos 25 cartas, el religioso se explaya sobre situaciones promiscuas y llega a comparar la llamada "Casita de Dios" con un prostíbulo, donde también tenía a una "gatita", que podría ser una de las víctimas. En los escritos escribía sátiras en versos y realizaba dibujos pornográficos.
Desde diciembre de 2016 estuvo detenido en el penal Boulogne Sur Mer, a la espera del juicio oral que acaba de terminar.
Nicola Corradi, acusado en cada lugar por el que pasó
Condenado a 42 años de prisión
Nació en Italia y llegó a la Argentina en 1970. Hasta un año antes había estado en el Próvolo de Verona, donde se registraron las primeras denuncias de abusos. "Había que elegir 'a tu casa' o 'a América'", dijo Eligio Piccoli, otro de los curas acusados allí, en una cámara oculta de un sitio italiano.
Ya en el país, primero estuvo en la sede del instituto de La Plata, donde se lo investiga por denuncias de abuso. Fue denunciado en la UFI Nº 15 por Daniel Sgardelis, un exalumno. Sin embargo, Javier Fronza, vicario judicial del Arzobispado de La Plata, afirma que nunca estuvo en el Próvolo de esa ciudad.
Estuvo en La Plata hasta marzo de 1997, cuando fue trasladado a la entonces flamante sede Mendoza del Próvolo, de la que fue director. Allí lo acusan de cinco abusos simples y corrupción agravados.
Hoy de 83 años, esperaba la sentencia con prisión domiciliaria por afecciones de salud.
Armando Gómez, el jardinero sordomudo
Condenado a 18 años de prisión.
Su defensa había argumentado que no podía atravesar el debate por ser analfabeto y sordomudo. Pero ese argumento no prosperó, porque se estableció que entiende la lengua de señas argentina (LSA).
El ex jardinero del Próvolo de Mendoza, de 51 años, fue acusado por cuatro casos de abuso.
Esperó su sentencia en el pabellón 14 B de la cárcel de Boulogne-sur-Mer, donde asiste a un curso en el que aprende a crear productos y juegos "inclusivos". También recibe periódicamente la visita de su hija.
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