Caso José López: el papa Francisco podría intervenir en el escándalo del convento
Fue reconocido por la Conferencia Episcopal, que sostuvo que hay irregularidades en el monasterio.
El caso José López continúa teniendo detalles cada vez más inesperados: ahora se le sumó la advertencia del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo, quien avisó que podría intervenir el papa Francisco por el escándalo con las monjas en el convento de General Rodríguez.
"El Vaticano podría intervenir en el caso. La Santa Sede tiene capacidad para eso porque el papa Francisco podría pedir que se investigue el hecho y se constituya una comisión de investigación", explicó.
"La Iglesia no puede encubrir hechos de presunta corrupción como el episodio del ex funcionario kirchnerista porque estos hechos que vinculan y salpican a la Iglesia no solamente nos duelen. Además tenemos que colaborar para esclarecer la verdad de los hechos y someternos a dictámenes, como cualquier ciudadano", comentó Arancedo.
Asimismo, agregó: "Si el fallecido arzobispo Rubén Héctor Di Monte cometió un acto ilícito hay que reconocerlo, decirlo y lamentarlo. No se puede encubrir por un sentido de cuerpo. Cuando se pierde ese límite, lo corporativo se convierte en una especie de sociedad cerrada y eso no corresponde", comentó en diálogo con La Nación.
Por último, sobre la confirmación de que las religiosas que recibieron los bolsos de José López no eran monjas, indicó: "Son mujeres consagradas, a quienes Di Monte autorizó el uso del hábito religioso y cierta estructura. Es una asociación privada de fieles que comenzó a funcionar con la autorización del obispo e inició los trámites en Roma para ser reconocida como instituto de vida consagrada, pero eso no se completó".
"El Vaticano podría intervenir en el caso. La Santa Sede tiene capacidad para eso porque el papa Francisco podría pedir que se investigue el hecho y se constituya una comisión de investigación", explicó.
"La Iglesia no puede encubrir hechos de presunta corrupción como el episodio del ex funcionario kirchnerista porque estos hechos que vinculan y salpican a la Iglesia no solamente nos duelen. Además tenemos que colaborar para esclarecer la verdad de los hechos y someternos a dictámenes, como cualquier ciudadano", comentó Arancedo.
Asimismo, agregó: "Si el fallecido arzobispo Rubén Héctor Di Monte cometió un acto ilícito hay que reconocerlo, decirlo y lamentarlo. No se puede encubrir por un sentido de cuerpo. Cuando se pierde ese límite, lo corporativo se convierte en una especie de sociedad cerrada y eso no corresponde", comentó en diálogo con La Nación.
Por último, sobre la confirmación de que las religiosas que recibieron los bolsos de José López no eran monjas, indicó: "Son mujeres consagradas, a quienes Di Monte autorizó el uso del hábito religioso y cierta estructura. Es una asociación privada de fieles que comenzó a funcionar con la autorización del obispo e inició los trámites en Roma para ser reconocida como instituto de vida consagrada, pero eso no se completó".