Caso Fernando: en nombre del hijo
El 18 de enero de 2020, Fernando Báez Sosa fue asesinado en la puerta de la disco "Le Brique", en Villa Gesell, por un grupo de rugbiers.
Así como es inexorable la muerte, también lo es el tiempo. Han pasado seis meses de aquella madrugada del 18 de enero de 2020, cuando se le arrebataba la vida a Fernando Báez Sosa.
Esta vez no comentaré el caso desde lo legal, para eso ya han hablado los jueces, todos coincidentes, se trató de un Homicidio agravado con alevosía por la acción premeditada de dos o más personas, cuya pena es prisión perpetua.
Esta vez -y como siempre he hecho- me detendré en lo humano. Me refiero al daño adicional que perpetraron los acusados de tremendo crimen.
El Código Penal prevee una penas para el hecho perpetrado, en este caso el homicidio, pero hay más víctimas colaterales.
Desde aquella mañana, cada vez que suena el teléfono en la casa de los papás de Fernando, vuelve a repetirse la pesadilla. Desde hace 6 meses, cada mañana cuesta más levantarse y seguir, sin embargo, Graciela y Silvino (su mamá y su papá) motivados en nombre del hijo, se ponen de pie, apoyados el uno en el otro y en la promesa de darle descanso en paz a Fernando, cuando se haga justicia con sus verdugos.
Hace seis meses, que para ellos son una eternidad, cada recuerdo, cada foto, cada objeto se convirtieron en la compañía que los alivia en las horas de la noche.
Hace seis meses, el matrimonio descubrió que toda una vida de sacrificio, trabajo y amor puesto en su pequeña familia de tres como eran, valió la pena. Porque la crianza excepcional de su hijo, hizo que no cesen las muestras de afecto y apoyo tanto de conocidos como de desconocidos.
Hace seis meses, en la casa y en la vida de estos padres, falta TODO, falta el hijo, pero ha quedado el amor que Fernando fue sembrando en cada persona que pasó por su vida. Así, desde amigos, profesores y maestras no han dejado de estar pendientes y presentes.
Hace seis meses que sus padres saben que no podrán ser abuelos del fruto del amor más puro de su hijo, sin embargo tienen a Julieta, quien fuera la novia de Fernando, para ver en ella también a su Fernando.
Hace seis meses ellos, Silvino, Graciela y Julieta, sienten el peso inmenso del vacío. Les falta Fernando para todo. Y sin embargo Fernando está en todo.
Hace seis meses y más allá de lo mediático, Fernando sigue estando en sus corazones y en millones de personas anónimas que lo han adoptado como propio con un pedido que se repite JUSTICIA.
Hace seis meses, cada día y cada noche, en cada rezo a Dios, el pedido es el mismo, JUSTICIA POR FERNANDO.
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