Caso Fernando Báez Sosa: 90 días y 15 segundos
El 18 de enero de este año, en Villa Gesell, Fernando Báez Sosa de 18 años era asesinado a golpes. Han pasado tres meses pero el reclamo de justicia no cesó.
Sólo fueron 15 segundos, pero fueron muchos más los golpes y patadas que recibió el cuerpo de Fernando.
Hubo 11 involucrados presentes en el lugar, al día de hoy 8 detenidos ( con una pena en expectativa de prisión perpetua).
El primer golpe fue por la espalda y lo tumbó al piso.
Allí, indefenso, ve a sus agresores alrededor suyo, el cuerpo en ese momento de stress libera adrenalina a niveles altísimos, como una anestesia para el dolor.
Todo es rápido, como es inexorable el final.
Patadas en la cabeza dejan huellas, no sólo las marcas sino los hematomas y el colapso del cerebro… Aunque está con vida, Fernando ya no tiene chances.
Sigue el daño porque Fernando es atacado cuando está inconsciente, sin defenderse, sin siquiera cubrirse de la golpiza. La autopsia determina “shock neurogénico”, su corazón late más lentamente.
Recibe una patada final, quedando así sellado el destino de todos.
Fernando a la morgue y después al cementerio para siempre.
Los demás fueron a la casa de comida rápida y después a la cárcel.
En 15 segundos jóvenes que en su mayoría jugaban al rugby, se convirtieron en asesinos (presuntos culpables de homicidio agravado).
En 15 segundos una joven, Julieta, se quedó con un hueco en el corazón Porque le arrebataron a su primer amor, porque le quitaron mil besos y mil cosas más.
En 15 segundos los padres de Fernando se quedaron sin sol. Sin norte. Sin mañana. Sin su HIJO.
En 15 segundos un video nos hizo sentir el miedo más pavoroso, ¡sentimos que Fernando era nuestro hijo!
En la reiteración de esos 15 segundos de video, también tuvimos miedo que nuestros hijos pudieran algún día ser uno de los asesinos.
Por eso estamos acá, desde distintos lugares, comprometidos con la causa, y determinados a pedir justicia las veces que sea necesario.
A 90 días de aquellos 15 segundos, se confirmó que los imputados deben permanecer privados de la libertad hasta el juicio oral (un logro del Poder Judicial y de los abogados de la familia de Fernando, el Dr. Fernando Burlando y su equipo) por estar incursos en el delito de Homicidio agravado por alevosía y perpetrado por dos o más personas.
A 90 días de escuchar que el rugby no tenía nada que ver con este aberrante hecho, ha reconocido el problema, uno de los máximos referentes exCapitán de los Pumas Agustín Pichot, quien admitió que los clubes dejaron crecer este estereotipo (del rugbier) y cobra vigencia y razón entonces el Proyecto de Ley Fernando para revertir esta tendencia violenta en grupo de jugadores de rugby (hoy en manos del Diputado Lipovetsky y Santoro).
Pasaron 90 días y además de meterse en el corazón y la memoria de los Argentinos, imagino que Fernando ha ingresado en ese lugar donde están mirándonos El Soldado Carrasco, María Soledad Morales, Angeles Rawson, Wanda Taddei, y miles de víctimas de violencia.
Los días seguirán pasando, que no se nos pase recordar a Fernando Báez Sosa para que no quede impune, para que no se repita.
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