Caso Daiana Almeida: la calle es un lugar peligroso
Por José Luis Ferrari. Seguro me lloverán las críticas por repetir semejante conclusión. Yo puedo dormir tranquilo, otros no sé.
Daiana Almeida era enfermera del Hospital San Felipe de San Nicolás. Desapareció el jueves por la madrugada. Esa misma noche, la policía encontró su moto en un descampado y, metros más adelante, estaba su cuerpo (con el torso desnudo) y profundo corte en el cuello. La autopsia no encontró signos de abuso sexual. Lo que sí apareció fueron indicios de defensa. Esto quiere decir que intentó defenderse del ataque.
Un oportuno llamado al 911 de una mujer puso a los investigadores en la pista. La mujer dijo que su marido, la noche anterior, había llegado borracho a su casa y contó que había matado a una persona. El nombre del asesino es Miguel Ángel Nievas.
El fiscal ordenó el allanamiento de su casa y allí se encontró el reloj de la víctima, la ropa del hombre manchada de sangre (la cual había intentado quemar), botines embarrados, un casco y una moto, iguales a los que se ve en los videos de seguridad de la Ciudad.
El sospechoso se encontraba prófugo, su madre fue a la fiscalía y dijo que su hijo se quería entregar. Sintéticamente esta es la crónica de otro femicidio.
Nievas, un personaje sin mayores méritos que los delictivos, tenía antecedentes por robo, homicidio y abuso sexual. En su condena por homicidio, de nueve años, debía estar preso hasta el 19 de enero de 2021 pero la justicia, misteriosamente, decidió liberarlo antes. Quien escribe esta nota (abogado viejo) nunca consiguió semejante beneficio para ninguno de sus clientes.
La familia de la víctima clama por la pena de muerte. Quien escribe recuerda unas palabras de su amigo Chiche Gelblung, por las cuales se lo criticó desde cuanto lugar se pudo y ahora las hago propias: “LA CALLE DURANTE LA MADRUGADA ES UN LUGAR PELIGROSO PARA QUE UNA MUJER TRANSITE SOLA POR ELLA”. De haberlo escuchado, la gente seguramente tomarían más recaudos para estar más seguros. Seguro me lloverán las críticas por repetir semejante conclusión. Yo puedo dormir tranquilo, otros no sé.
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