Caso Cabezas: trama secreta de los criminales que viven fastuosamente – Segunda Parte
Cuando utilizamos los términos criminales, asesinos u homicidas no es por capricho nuestro, sino porque así lo dictaminó la justicia en todas sus instancias. *Por Jorge D. Boimvaser
*Por Jorge D. Boimvaser
info@boimvaser.com.ar
Hace un año la opinión pública se sobresaltó cuando dimos a conocer una información que parecía digna de las historias mafiosas de Los Angeles, Chicago o Tokio. Y una aclaración: cuando utilizamos los términos criminales, asesinos u homicidas no es por capricho nuestro, sino porque así lo dictaminó la justicia en todas sus instancias, hasta la Corte Suprema).
La noticia que algunos conocían en la zona de Pinamar-Ostende-Valeria del Mar- Cariló (pero no lo denunciaban por terror a las represalias), aseguraba que la única empresa de alarmas domiciliarias estaba siendo monitoreada por un conjunto de personajes encabezados por los criminales que habían participado en el secuestro y asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
Sergio Camaratta –uno de los policías condenados por el homicidio de 1997-, había recuperado la libertad, regresó a Pinamar, erigió un Templo Evangélico en Ostende, se declaró "pastor" y junto con otro individuo llamado Antonio La Morte (antecedentes penales por robos a la propiedad y estafas varias), eran los dueños de la empresa de alarmas S.O.S. Era un secreto a voces que cuando La Morte estaba en su actividad por la que fue condenado, Camaratta era el encargado de asegurar zona liberada para sus tropelías.
O sea, ambos fueron socios antes del crimen de Cabezas y volvieron a serlo cuando el oficial recuperó la libertad después de cumplir un período de vacaciones obligadas en prisión.Imagina solo esto y si no te produce terror quizás debas visitar un especialista en salud mental: Alquilas o tienes una propiedad en esa zona de la costa atlántica, la casa posee una alarma contra robos que se activa mediante una clave que supuestamente solo vos debes conocer, y quienes monitorean tus entradas y salidas de la propiedad son personajes con antecedentes penales de crimen y delitos contra la propiedad.
Ellos mismos desde una central pueden desactivar esa alarma e ingresar en cualquier momento estando o no personas en el domicilio.¿Argumento de película berreta de Hollywood? Sí, pero fue la realidad por la que la población de Pinamar marchó masivamente el 30 de noviembre del 2010 pidiendo seguridad frente a la ola de asaltos que no cesaba. Por miedo, no fueron los vecinos quienes denunciaron cómo se monitoreaba el control de seguridad domiciliaria de la región. Lo hizo el autor de este informe, y no faltó un llamado anónimo que advirtiera: "No jodas mas, nosotros sabemos cómo deshacernos de periodistas que molestan".
Se lo comentamos a Gladys Cabezas en secreto para no hacerla pública, pero la fiel hermana del fotógrafo se encargó de denunciar la amenaza en una conferencia de prensa... por eso hoy lo recordamos. Antonio La Morte estuvo casado con una mujer –ex empleada doméstica convertida en pocos años en potentada del negocio inmobiliario de Pinamar-Cariló-, llamada Silvia Melgarejo. O sea, conocida hasta la médula de Sergio Camaratta.
El vínculo siguió después que Camaratta fuera a dar con sus huesos a la cárcel por su participación en el crimen de José Luis Cabezas. Ya lo veremos en seguida.En el Dakar 2011, Camaratta y su grupo de amigos se movilizó hasta Chile (tenía restricción de abandonar el país), en una Toyota 4x4 patente FHT 129 gris perla. El Audi y una Jeep con la que también se movilizaba por Pinamar quedaron en su casa.
Demasiado lujo para un recién salido de prisión. La oficina local de la AFIP se preocupaba por la caja registradora del vendedor de mortadela de la zona, pero no de esa descomunal ostentación de poder de un presidiario.Cuando Camaratta estaba en prisión sucedió un hecho curioso. Silvia Melgarejo lo visitaba semanalmente y hasta llevó en una ocasión una mujer –oficiando de Celestina-, con la que el policía condenado terminó formando pareja.
También es materia de diván que una dama concurra a seleccionar pareja a un complejo carcelario y se enamore del condenado por el horrendo crimen del fotógrafo. Nélida Alicia Jordán ("Silvana" o "La Truca") se deslumbró por el policía y se convirtió en su compañera desde la cárcel hasta su liberación. Semanas atrás, todo Pinamar comentaba que Camaratta, Melgarejo, La Morte y "La Turca" Jordán estaba veraneando en el Caribe, pasando por las playas exóticas de México.
Vida ostentosa de personas que la justicia condenó hasta por robar bombas de agua de casas particulares que después les vendían como nuevas a las constructoras que erigían nuevos emprendimientos.En ese entorno hay muchos secretos alrededor del asesinato de José Luis Cabezas que hasta ahora –quizás hasta mañana, cuando ofrezcamos la tercera parte de este informe-, no fueron revelados.A mediados del años pasado, la procuradora de la Provincia de Buenos Aires, Dra. María del Carmen Falbo destituyó al fiscal federal de Pinamar, Cristian Centurión, acusándolo de tener vínculos con organizaciones criminales y de narcotraficantes.
Trabajos de inteligencia encargados por la Dra. Falbo a Asuntos Internos de la Policía bonaerense demostraron que Cristian Centurión apañaba a personajes como Camaratta y otros (reducidores de autos, traficantes de drogas, ladrones y mas...) y lo sacó de la fiscalía.Lo llamativo es que echaron al fiscal pero nadie investigó ni acusó a los delincuentes que el fiscal se encargaba de resguardar. Cuando escribimos estas revelaciones el año pasado, el autor de este informe recibió un correo electrónico de otros de los condenados por el homicidio de Cabezas, Gustavo Prellezo.El ex policía estaba con prisión domiciliaria. Y desde su domicilio se comunicó vía mail con este periodista. Parte de ese intercambio es privado, solo unos pequeños detalles valen describirlos."No tengo simpatía por vos, pero si tenés algo que decir podes hacerlo", le dijimos.
Con un agregado: "¿Nunca se te ocurrió pedirle perdón a la familia Cabezas, que tanto ha sufrido por el crimen de José Luis..?La respuesta de Prellezo desliza justificaciones tipo "yo no lo maté" y argumentos parecidos, pero un final inquietante. Reproducimos textualmente el final del escrito de Prellezo en esos mail que guardamos bajo 7 llaves. Dice así: Poco valor tiene una sentencia que antes del juicio ya estaba escrita, que se produjo en medio de una pelea de poder entre Menem-Dualde, re- releccion de por medio, con peleas de Yabran-Cavalo y mucha mafia, para que vos creas que 4 inutiles de Los Hornos y 3 oficiales de Servicio de la Costa hicieron esto. Yo respeto sus creencias, pero yo de lo que digo tengo pruebas y te repito por este medio le las puedo hacer llegar para vos, para que escuches otra campana, despues vos sos grande de inteligente.
"La unica verdad, es la realidad"
Gustavo Textual. Sin correcciones ortográficas la damos tal como fue recibida.
En nuestro informe de mañana, la revelación exclusiva de quien señaló a José Luis Cabezas a sus sicarios, quienes no le conocían el rostro. Se lo dijimos a Gladys Cabezas hace unas horas. Nos dijo que estaba persuadida de que era la persona que le mencionamos la autora de la entrega de Cabezas a los criminales. Pero la familia ya no puede hacer nada más en la Justicia. Si algún miembro del Poder Judicial se interesa en saber esta historia y la próxima, el autor de este informe puede contarla en detalle. Aquí solo el informe periodístico.
info@boimvaser.com.ar
Hace un año la opinión pública se sobresaltó cuando dimos a conocer una información que parecía digna de las historias mafiosas de Los Angeles, Chicago o Tokio. Y una aclaración: cuando utilizamos los términos criminales, asesinos u homicidas no es por capricho nuestro, sino porque así lo dictaminó la justicia en todas sus instancias, hasta la Corte Suprema).
La noticia que algunos conocían en la zona de Pinamar-Ostende-Valeria del Mar- Cariló (pero no lo denunciaban por terror a las represalias), aseguraba que la única empresa de alarmas domiciliarias estaba siendo monitoreada por un conjunto de personajes encabezados por los criminales que habían participado en el secuestro y asesinato del fotógrafo José Luis Cabezas.
Sergio Camaratta –uno de los policías condenados por el homicidio de 1997-, había recuperado la libertad, regresó a Pinamar, erigió un Templo Evangélico en Ostende, se declaró "pastor" y junto con otro individuo llamado Antonio La Morte (antecedentes penales por robos a la propiedad y estafas varias), eran los dueños de la empresa de alarmas S.O.S. Era un secreto a voces que cuando La Morte estaba en su actividad por la que fue condenado, Camaratta era el encargado de asegurar zona liberada para sus tropelías.
O sea, ambos fueron socios antes del crimen de Cabezas y volvieron a serlo cuando el oficial recuperó la libertad después de cumplir un período de vacaciones obligadas en prisión.Imagina solo esto y si no te produce terror quizás debas visitar un especialista en salud mental: Alquilas o tienes una propiedad en esa zona de la costa atlántica, la casa posee una alarma contra robos que se activa mediante una clave que supuestamente solo vos debes conocer, y quienes monitorean tus entradas y salidas de la propiedad son personajes con antecedentes penales de crimen y delitos contra la propiedad.
Ellos mismos desde una central pueden desactivar esa alarma e ingresar en cualquier momento estando o no personas en el domicilio.¿Argumento de película berreta de Hollywood? Sí, pero fue la realidad por la que la población de Pinamar marchó masivamente el 30 de noviembre del 2010 pidiendo seguridad frente a la ola de asaltos que no cesaba. Por miedo, no fueron los vecinos quienes denunciaron cómo se monitoreaba el control de seguridad domiciliaria de la región. Lo hizo el autor de este informe, y no faltó un llamado anónimo que advirtiera: "No jodas mas, nosotros sabemos cómo deshacernos de periodistas que molestan".
Se lo comentamos a Gladys Cabezas en secreto para no hacerla pública, pero la fiel hermana del fotógrafo se encargó de denunciar la amenaza en una conferencia de prensa... por eso hoy lo recordamos. Antonio La Morte estuvo casado con una mujer –ex empleada doméstica convertida en pocos años en potentada del negocio inmobiliario de Pinamar-Cariló-, llamada Silvia Melgarejo. O sea, conocida hasta la médula de Sergio Camaratta.
El vínculo siguió después que Camaratta fuera a dar con sus huesos a la cárcel por su participación en el crimen de José Luis Cabezas. Ya lo veremos en seguida.En el Dakar 2011, Camaratta y su grupo de amigos se movilizó hasta Chile (tenía restricción de abandonar el país), en una Toyota 4x4 patente FHT 129 gris perla. El Audi y una Jeep con la que también se movilizaba por Pinamar quedaron en su casa.
Demasiado lujo para un recién salido de prisión. La oficina local de la AFIP se preocupaba por la caja registradora del vendedor de mortadela de la zona, pero no de esa descomunal ostentación de poder de un presidiario.Cuando Camaratta estaba en prisión sucedió un hecho curioso. Silvia Melgarejo lo visitaba semanalmente y hasta llevó en una ocasión una mujer –oficiando de Celestina-, con la que el policía condenado terminó formando pareja.
También es materia de diván que una dama concurra a seleccionar pareja a un complejo carcelario y se enamore del condenado por el horrendo crimen del fotógrafo. Nélida Alicia Jordán ("Silvana" o "La Truca") se deslumbró por el policía y se convirtió en su compañera desde la cárcel hasta su liberación. Semanas atrás, todo Pinamar comentaba que Camaratta, Melgarejo, La Morte y "La Turca" Jordán estaba veraneando en el Caribe, pasando por las playas exóticas de México.
Vida ostentosa de personas que la justicia condenó hasta por robar bombas de agua de casas particulares que después les vendían como nuevas a las constructoras que erigían nuevos emprendimientos.En ese entorno hay muchos secretos alrededor del asesinato de José Luis Cabezas que hasta ahora –quizás hasta mañana, cuando ofrezcamos la tercera parte de este informe-, no fueron revelados.A mediados del años pasado, la procuradora de la Provincia de Buenos Aires, Dra. María del Carmen Falbo destituyó al fiscal federal de Pinamar, Cristian Centurión, acusándolo de tener vínculos con organizaciones criminales y de narcotraficantes.
Trabajos de inteligencia encargados por la Dra. Falbo a Asuntos Internos de la Policía bonaerense demostraron que Cristian Centurión apañaba a personajes como Camaratta y otros (reducidores de autos, traficantes de drogas, ladrones y mas...) y lo sacó de la fiscalía.Lo llamativo es que echaron al fiscal pero nadie investigó ni acusó a los delincuentes que el fiscal se encargaba de resguardar. Cuando escribimos estas revelaciones el año pasado, el autor de este informe recibió un correo electrónico de otros de los condenados por el homicidio de Cabezas, Gustavo Prellezo.El ex policía estaba con prisión domiciliaria. Y desde su domicilio se comunicó vía mail con este periodista. Parte de ese intercambio es privado, solo unos pequeños detalles valen describirlos."No tengo simpatía por vos, pero si tenés algo que decir podes hacerlo", le dijimos.
Con un agregado: "¿Nunca se te ocurrió pedirle perdón a la familia Cabezas, que tanto ha sufrido por el crimen de José Luis..?La respuesta de Prellezo desliza justificaciones tipo "yo no lo maté" y argumentos parecidos, pero un final inquietante. Reproducimos textualmente el final del escrito de Prellezo en esos mail que guardamos bajo 7 llaves. Dice así: Poco valor tiene una sentencia que antes del juicio ya estaba escrita, que se produjo en medio de una pelea de poder entre Menem-Dualde, re- releccion de por medio, con peleas de Yabran-Cavalo y mucha mafia, para que vos creas que 4 inutiles de Los Hornos y 3 oficiales de Servicio de la Costa hicieron esto. Yo respeto sus creencias, pero yo de lo que digo tengo pruebas y te repito por este medio le las puedo hacer llegar para vos, para que escuches otra campana, despues vos sos grande de inteligente.
"La unica verdad, es la realidad"
Gustavo Textual. Sin correcciones ortográficas la damos tal como fue recibida.
En nuestro informe de mañana, la revelación exclusiva de quien señaló a José Luis Cabezas a sus sicarios, quienes no le conocían el rostro. Se lo dijimos a Gladys Cabezas hace unas horas. Nos dijo que estaba persuadida de que era la persona que le mencionamos la autora de la entrega de Cabezas a los criminales. Pero la familia ya no puede hacer nada más en la Justicia. Si algún miembro del Poder Judicial se interesa en saber esta historia y la próxima, el autor de este informe puede contarla en detalle. Aquí solo el informe periodístico.