Caso Ángeles Rawson: "Seguro que quiso abusar de ella y no pudo", dijo Opatowski
El padrastro de la adolescente asesinada reconoció: "Recién ahora puedo empezar a enojarme un poquito con Magenri o con lo que hizo".
Sergio Opatowski, el padrastro de la Ángeles Rawson sostuvo hoy que el portero del edificio donde vivía la joven asesinada y principal sospechoso del asesinato, Jorge Mangeri, "se volvió loco".
El hombre habló también de la relación que mantenían con el portero: "Como la de cualquier familia con cualquier portero no había ninguna relación mayor que la normal. Teníamos por ahí un saludo mayor porque al vivir en una plata baja lo ves más y lo saludás más, pero nada más".
En cuanto a la relación de Mangeri con la adolescente, detalló: "Ángeles era una persona muy tímida muy callada, lo saludaba pero no había una comunicación ni un diálogo".
Opatowski también habló de cómo se encuentra su familia en plena investigación por el crimen: "Mi mujer está destruida, todos estamos destruidos, creo que ella más porque es la madre, porque ha perdido su compinche, su hija, su todo, lo de ayer fue durísimo. Fue terrible que exhumen el cuerpo".
Respecto a su opinión sobre el portero Jorge Mangeri, el padrastro de la joven, sostuvo: "A medida que va pasando el tiempo se me esta haciendo un poquito largo. Recién ahora puedo empezar a enojarme un poquito con Mangeri o con lo que hizo. Yo no lo creo inocente, nunca lo creí inocente, lo que sí dije fue que tenía un problema mental y que mas allá de estar preso, que trataran de ayudarlo".
Respecto al motivo del crimen de su hijastra afirmó: "No se, me parece que Mangeri se volvió loco, no sé por qué la atacó. Seguro que quiso abusar de ella y no pudo".
Asimismo, se mostró conforme con la investigación judicial: "Me parece perfecta, yo estoy muy conforme, mas allá de dolor que tenemos todos, si el juez ha pedido la exhumación me pareció perfecto, yo quiero que acabe, como debe ser y se cumpla como deba ser, que se haga justicia".
Opatowski habló también se su presente alejado del departamento donde vivía Ángeles, ubicado sobre la calle Ravignani al 2360.
"Creo que no el dolor es muy grande para volver a la misma casa, con mi familia estamos lamentablemente muy separados, estoy viviendo en Barrio Norte, me hace el aguante un amigo mío y vivo en la casa de él, creo que hay dejar pasar un poco este ruido, que pase el tiempo y después ver que hacemos en paz".
Finalmente, el hombre precisó sobre aquello de lo que se arrepiente: "Puede ser que haya dicho en algún momento cosas medio locas o sacadas pero lo único que les puedo decir es que no me ha resultado nada fácil todo esto, nuestra vida ha cambiado, mi vida ha cambiado. Yo era el padrastro la persona ajena y era sobre quien se podían tener dudas, espero que ya no haya más dudas. Creo que se malinterpretó, creo que en algún momento dije que Ángeles había entrado a casa y me confundí, mi hija entró al edificio no a mi casa".