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Casi $6 de cada $10 de la Tarjeta Alimentaria se usan para comprar carnes, lácteos y verduras
Los datos se desprenden de un relevamiento realizado por el Ministerio de Desarrollo en el Gran Buenos Aires. El Gobierno repartió 289 mil Tarjetas, de las cuales 215mil fueron entregadas en el área metropolitana.
De un relevamiento que efectuó el Ministerio de Desarrollo Social se obtuvieron contundentes datos ya que seis de cada diez pesos se gastaron en alimentos denominados "saludables".
Los hogares del conurbano bonaerense que recibieron la Tarjeta Alimentaria en el último mes la usaron para comprar, en promedio, 3,1 kilos de carne, 1,9 litros de leche u otros lácteos y 1,5 kilos de frutas y verduras.
La muestra ayuda al Gobierno a pensar políticas de educación nutricional pero, sobre todo, refuerza lo que ya notó el ministro del área, Daniel Arroyo, al entregar la primera partida de tarjetas en Concordia, Entre Ríos, donde aumentó la compra de leche.
El Gobierno tomó una muestra de 8546 tarjetas alimentarias (se entrega una por hogar) en Almirante Brown, Avellaneda, General San Martín y La Matanza. Allí, detectó que el 42,8% de los productos comprados son los recomendados: proteína animal, lácteos líquidos y sólidos (leche en polvo, quesos), verduras y frutas. Esos alimentos se llevaron el 58,1% del dinero gastado por las familias en los ocho días en que se efectuó el relevamiento.
Por otro lado, un 25,5% de los productos comprados por las familias fueron "no recomendados": alimentos ultraprocesados, con excesiva cantidad de azúcar o sodio. Estos suelen ser más baratos: los beneficiarios gastaron el 17,8% del dinero en ellos.
Las 8546 tarjetas relevadas compraron, en total, 26.202 kilos de proteína animal, 16.643 litros de lácteos líquidos, 2362 kilos de lácteos densos o en polvo, 8170 kilos de verduras y 4612 kilos de frutas.
Por otro lado, emplearon el 1,2% del dinero en gaseosas y bebidas azucaradas, el 1,3% en jugos en polvo y el 3,7% en proteínas cárnicas ultraprocesadas (como hamburguesas o paté). El 23,9% del gasto se destinó a alimentos que no están recomendados pero tampoco desalentados: harinas, arroz, aceites, azúcar e infusiones, por ejemplo.
El relevamiento se efectuó entre el 20 y el 27 de enero. En esa semana, el 26,1% de los hogares gastó hasta $1499, otro 20,3% gastó entre $1500 y $2499 y un 33,8%, entre $2500 y $3999. El 1,9% gastó más de $4000. El Gobierno entrega $4000 mensuales a las familias con un hijo y $6000 a las de dos o más niños a cargo.
Las tarjetas están destinadas a familias con niños de hasta 6 años de edad a cargo. Hasta el momento, Desarrollo entregó 289.029 plásticos. La gran mayoría se repartió en doce municipios de la provincia de Buenos Aires: 215.610. También se enviaron 66.499 tarjetas a Chaco y 6929 a Concordia, en Entre Ríos.
Con esos datos, el ministerio avanzará con políticas de educación nutricional. Por el momento, distribuye folletos informativos con recomendaciones de compra de productos saludables y hace talleres en distintos municipios. También, organiza ferias barriales cerca de los centros de distribución de las tarjetas.
Los hogares del conurbano bonaerense que recibieron la Tarjeta Alimentaria en el último mes la usaron para comprar, en promedio, 3,1 kilos de carne, 1,9 litros de leche u otros lácteos y 1,5 kilos de frutas y verduras.
La muestra ayuda al Gobierno a pensar políticas de educación nutricional pero, sobre todo, refuerza lo que ya notó el ministro del área, Daniel Arroyo, al entregar la primera partida de tarjetas en Concordia, Entre Ríos, donde aumentó la compra de leche.
El Gobierno tomó una muestra de 8546 tarjetas alimentarias (se entrega una por hogar) en Almirante Brown, Avellaneda, General San Martín y La Matanza. Allí, detectó que el 42,8% de los productos comprados son los recomendados: proteína animal, lácteos líquidos y sólidos (leche en polvo, quesos), verduras y frutas. Esos alimentos se llevaron el 58,1% del dinero gastado por las familias en los ocho días en que se efectuó el relevamiento.
Por otro lado, un 25,5% de los productos comprados por las familias fueron "no recomendados": alimentos ultraprocesados, con excesiva cantidad de azúcar o sodio. Estos suelen ser más baratos: los beneficiarios gastaron el 17,8% del dinero en ellos.
Las 8546 tarjetas relevadas compraron, en total, 26.202 kilos de proteína animal, 16.643 litros de lácteos líquidos, 2362 kilos de lácteos densos o en polvo, 8170 kilos de verduras y 4612 kilos de frutas.
Por otro lado, emplearon el 1,2% del dinero en gaseosas y bebidas azucaradas, el 1,3% en jugos en polvo y el 3,7% en proteínas cárnicas ultraprocesadas (como hamburguesas o paté). El 23,9% del gasto se destinó a alimentos que no están recomendados pero tampoco desalentados: harinas, arroz, aceites, azúcar e infusiones, por ejemplo.
El relevamiento se efectuó entre el 20 y el 27 de enero. En esa semana, el 26,1% de los hogares gastó hasta $1499, otro 20,3% gastó entre $1500 y $2499 y un 33,8%, entre $2500 y $3999. El 1,9% gastó más de $4000. El Gobierno entrega $4000 mensuales a las familias con un hijo y $6000 a las de dos o más niños a cargo.
Las tarjetas están destinadas a familias con niños de hasta 6 años de edad a cargo. Hasta el momento, Desarrollo entregó 289.029 plásticos. La gran mayoría se repartió en doce municipios de la provincia de Buenos Aires: 215.610. También se enviaron 66.499 tarjetas a Chaco y 6929 a Concordia, en Entre Ríos.
Con esos datos, el ministerio avanzará con políticas de educación nutricional. Por el momento, distribuye folletos informativos con recomendaciones de compra de productos saludables y hace talleres en distintos municipios. También, organiza ferias barriales cerca de los centros de distribución de las tarjetas.
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