Carrió denunció un "golpe institucional" del PJ disidente y estallaron las críticas
La diputada se había referido a un supuesto levantamiento en contra de Cristina Kirchner, a cargo de sectores del partido con empresarios.
Sectores del oficialismo y del arco opositor marcaron hoy sus discrepancias respecto a la denuncia de Elisa Carrió de un supuesto "golpe institucional", a cargo de sectores del Partido Justicialista (PJ) con el presunto respaldo de empresarios.
La diputada Carrió insistió en denunciar un intento de "golpe institucional" del PJ con apoyo de "sectores empresarios", advirtió que la misma presidenta Cristina Fernández "está dentro del fenómeno de violación institucional" y resaltó "la guerra por la sucesión" con "pacto de impunidad incluido" entre Daniel Scioli y Sergio Massa.
Estas denuncias generaron discrepancias tanto en el oficialismo como en el arco opositor que, en su mayoría, expresó su rechazo al planteo de la chaqueña.
El massismo, el radicalismo y el PRO desestimaron un "golpe institucional", al tiempo que fuerzas de la centroizquierda aseguraron que "genera suspicacias" que el Frente Renovador de Massa presente proyectos "como si fuera a gobernar pasado mañana".
Desde el kirchnerismo, el diputado Carlos Kunkel replicó que "no se puede estar predicando el golpe de Estado, la desestabilización ni el caos", aunque reconoció "diferencias" en el PJ tras la victoria del peronismo opositor en las últimas primarias.
A su vez, su par Teresa García dijo "coincidir" con la legisladora opositora y vinculó en esas sospechas al massismo y a "sectores del poder económico y mediático concentrado" que tienen objetivos "devaluacionistas".
"Sin tener la contundencia de la diputada Carrió, creo que sí en verdad, venimos soportando acciones destituyentes" sostuvo García y mencionó al candidato a diputado por el Frente Renovador y ex titular de la UIA José Ignacio "De Mendiguren" y "a muchos de los integrantes de aquel gobierno posterior" al de Fernando De la Rúa que en 2001 "abogaron por medidas que recrudecieron la inflación".
Justamente, De Mendiguren rechazó "categóricamente" que su espacio pretenda un "golpe institucional", y desafió a la diputada Carrió a ir a la Justicia por señalarlo como uno de los dirigentes que busca una devaluación.
El titular de la UIA aseguró que el Frente Renovador tiene el "compromiso de aportar todo lo que esté a su alcance para garantizar la gobernabilidad no sólo política sino económica de la Argentina" hasta el año 2015.
Desde el PRO, el diputado nacional Federico Pinedo calificó de "disparate" las denuncias de Carrió y aseguró que son "argumentos de campaña" de cara a las elecciones legislativas.
Desde el radicalismo, la presidenta de la Convención Nacional, Lilia Puig de Stubrin, también desestimó la existencia de un "golpe" al gobierno y le pidió a Carrió que "si tiene información que la haga pública, porque es una cosa muy seria decir algo así y no hay que asustar a la población".
"Hay una continuidad democrática muy apreciada, no es bueno hacer este tipo de planteos", reflexionó en declaraciones a DyN y agregó que "estamos en medio de una competencia electoral".
Además, la radical señaló que "la ciudadanía tiene muy en claro la necesidad de la defensa de la democracia" y afirmó que "sin duda estamos frente a una situación de sucesión y como nunca antes en el PJ no hay liderazgos fuertes pero es un conflicto que se va a resolver en el marco de la legalidad".
Por su parte, el diputado nacional del socialismo Roy Cortina advirtió sobre la "situación política delicada" y aseguró que "genera suspicacias" que el Frente Renovador de Sergio Massa presente proyectos "como si fuera a gobernar pasado mañana".
En diálogo con DyN, el titular del PS porteño dijo que "no" le "consta" la existencia de un supuesto "golpe institucional" y agregó que "el gobierno va a tener que bajar los decibeles, tiene que concluir el mandato como corresponde le falta dos años y tiene que aprestarse a preparar una transición inteligente".