¿Caro o barato? Los bolsillos parecen estar anestesiados
*Por Natalia Viola. Y fue entonces que nos amontonamos en la góndola como zombies para aprovechar "la ganga" del día: leche a $3,99 ($4, por supuesto). En automático, saqueamos y huimos con el botín sin cuestionar el precio.
Lo mismo sucedió con el azúcar a $5. Los que llegaron tarde al ofertón tuvieron que desembolsar $5,50. ¡Qué mala suerte la de ellos!
Siempre se dijo que la clase media reaccionaba cuando le tocaban el bolsillo. Aceptémoslo: las energías para protestar lucen agotadas, ahora toqueteen como quieran que el pueblo parece anestesiado.
Algunos (¿optimistas?) intentan explicar que el precio es justo, pero la verdad es que los gastos se miden con el bolsillo y no con la balanza de la Justicia. A lo mejor el lazo de los ojos sirva para cegarnos.
Nunca falta el debate: ¿qué hacemos?¿Nos volcamos a la cultura oriental?¿Nos rasgamos los ojos y tomamos leche de soja? "Mirá, a los chinos se los ve bien" . Tan mal debe estar la cosa que ni siquiera los políticos en campaña nos mienten. Esa demagogia casi naif se extraña, ¿no? ¿Alguno dijo: 'si me votan voy a bajar los precios del supermercado'? Nada.