Carmen Barbieri: “Hay muy pocos artistas"
Carmen Barbieri habló de su salida del programa de Marcelo Tinelli y confesó que, además del tiempo, el programa le quitaba fuerzas "espiritualmente, anímicamente y como artista".
Sin duda alguna, el “Bailando por un sueño” se consagró en 2010 y fue gracias a un gran aporte del jurado del certamen que, a su manera, colaboró con el show adhiriendo a la competencia la cuota de polémica y escándalo necesarios.
En el banquillo de los jueces, hubo una rotación y Carmen Barbieri legó su trono a Moria y, recientemente explicó los porqués de su retirada del show más visto del país. En su fundamentación, Carmen explicó que entre el programa que encabeza Marcelo y su revista, ella se repartía en "un 50% y un 50%, mejor un 80 y un 20. El 20 fue que no me gustó cómo me vi. No veo el Bailando, lo hago, nunca lo grabo. Frente a las discusiones, después de tantos años de profesión uno la pilotea, porque ya sabe cómo manejar esas situaciones, pero la cosa se estaba metiendo en un terreno feo desde que atacaron mi trabajo. El teatro no es lo más importante para mí porque el tesoro de mi vida es mi hijo Federico, después vienen mi mamá y mi marido, y luego mi trabajo, pero a mi alrededor se genera mucho, de esta obra viven 60 familias. Cuido mi trabajo con garras y uñas".
En otro aspecto, sin dar nombres, Carmen hizo referencia a aquellas personas que se hacen famosas de un día al otro en el ambiente y resaltó que: “Arman un escándalo, cuentan con quién se acuesta, y al otro día encabezan una comedia en Carlos Paz o en Mar del Plata. Es la época que estamos viviendo, no reniego, pero lo único que se es que hay muy pocos artistas, quedan y hay muy pocos. Se escuchó demasiado en el Bailando la palabra artista, es un error, saber bailar bien no es ser una artista".
Para diferenciarse, relató que, a su criterio, llamarse artista: "Abarca muchas cosas. Uno vive, se maneja y sueña como un artista. Vivo vehementemente, soy desprolija, soy impuntual y muy soñadora. ¡Horrible! Yo arranqué a los 19 años como bailarina y fui bailarina muchos años, y con el paso del tiempo me fui convirtiendo en una artista. Ser artista es un oficio, como el que empieza a clavar un clavito en un zapato y luego se convierte en zapatero".
Respecto a Moria Casán, negó el supuesto distanciamiento y dijo que "a pesar de las barbaridades que nos dijimos, pero lo nuestro es jugar con cosas infantiles. ¿Qué nos dijimos? Cuerpo de lavarropa, cara de pato. O tenés las tetas caídas y tus rodillas parecen dos sharpeis. Jugamos duro, nos pegamos, pero nunca hubo nada de drogas, sida, prostitución, lesbianismo, nunca ni siquiera jugamos a eso y no nos metemos en la cama de nadie".
En el banquillo de los jueces, hubo una rotación y Carmen Barbieri legó su trono a Moria y, recientemente explicó los porqués de su retirada del show más visto del país. En su fundamentación, Carmen explicó que entre el programa que encabeza Marcelo y su revista, ella se repartía en "un 50% y un 50%, mejor un 80 y un 20. El 20 fue que no me gustó cómo me vi. No veo el Bailando, lo hago, nunca lo grabo. Frente a las discusiones, después de tantos años de profesión uno la pilotea, porque ya sabe cómo manejar esas situaciones, pero la cosa se estaba metiendo en un terreno feo desde que atacaron mi trabajo. El teatro no es lo más importante para mí porque el tesoro de mi vida es mi hijo Federico, después vienen mi mamá y mi marido, y luego mi trabajo, pero a mi alrededor se genera mucho, de esta obra viven 60 familias. Cuido mi trabajo con garras y uñas".
En otro aspecto, sin dar nombres, Carmen hizo referencia a aquellas personas que se hacen famosas de un día al otro en el ambiente y resaltó que: “Arman un escándalo, cuentan con quién se acuesta, y al otro día encabezan una comedia en Carlos Paz o en Mar del Plata. Es la época que estamos viviendo, no reniego, pero lo único que se es que hay muy pocos artistas, quedan y hay muy pocos. Se escuchó demasiado en el Bailando la palabra artista, es un error, saber bailar bien no es ser una artista".
Para diferenciarse, relató que, a su criterio, llamarse artista: "Abarca muchas cosas. Uno vive, se maneja y sueña como un artista. Vivo vehementemente, soy desprolija, soy impuntual y muy soñadora. ¡Horrible! Yo arranqué a los 19 años como bailarina y fui bailarina muchos años, y con el paso del tiempo me fui convirtiendo en una artista. Ser artista es un oficio, como el que empieza a clavar un clavito en un zapato y luego se convierte en zapatero".
Respecto a Moria Casán, negó el supuesto distanciamiento y dijo que "a pesar de las barbaridades que nos dijimos, pero lo nuestro es jugar con cosas infantiles. ¿Qué nos dijimos? Cuerpo de lavarropa, cara de pato. O tenés las tetas caídas y tus rodillas parecen dos sharpeis. Jugamos duro, nos pegamos, pero nunca hubo nada de drogas, sida, prostitución, lesbianismo, nunca ni siquiera jugamos a eso y no nos metemos en la cama de nadie".