Policiales
Capturaron a "Teletubi", el sicario narco que se había fugado en Rosario
Ariel Acosta era miembro de una de las bandas narco más peligrosas de la ciudad.
Tras un mes y dos días de intensa búsqueda, la policía de rosario capturó a Ariel Acosta, el miembro de una de las bandas narco más pesadas de la ciudad. El 20 de diciembre pasado fue protagonista de una de las fugas más escandalosas de los últimos tiempos cuando escapó sin prisa, caminando, del edificio del Centro de Justicia Penal de Rosario, unos minutos antes de ser condenado a 13 años de prisión por intento de homicidio.
Desde hacía varios días que los investigadores estaban tras los pasos de Acosta debido a que en las escuchas telefónicas sus familiares hablaban sobre el destino del sicario de la banda de René Ungaro, preso en la cárcel de Piñero.
Acostumbrados a vivir en un ambiente atravesado por la mafia y el delito, los familiares se manejaban con cuidado, con diálogos en una jerga cerrada. Pero durante las últimas horas dejaron entrever en esos diálogos telefónicos que Teletubi se quería entregar a la policía.
Para mantenerse prófugo por mucho tiempo se requiere de mucho dinero e influencias que garanticen la clandestinidad. Y Acosta no es el líder de una banda que mueve dinero hace tiempo, sino un simple sicario de su tía que llegó a liderar esa banda hasta el año pasado.
Los investigadores montaron desde la mañana operativos en dos puntos del sur de Rosario. En uno de ellos, en Ayacucho y Arijón, efectivos de la Agencia de Investigaciones lo atraparon, cuando salía de una estación de servicio de GNC donde había estado minutos antes con su madre y su hermano. Acosta no se resistió porque sospechaba que lo iban a atrapar. Tampoco iba armado ni llevaba teléfono celular, como si estuviese listo y preparado para retornar a la cárcel.
El 20 de diciembre pasado Teletubi no tenía apuro para escapar. Las imágenes de las cámaras de seguridad lo muestran propietario de una fría tranquilidad, luego de salir sin ningún esfuerzo de la celda que los guardiacárceles dejaron sin llave en el subsuelo Centro Penal de Justicia, donde esperaba participar de la audiencia de juicio abreviado que sellaría su futuro: una condena a 13 años de prisión por asociación ilícita y homicidio.
Decidió desaparecer antes de escuchar la sentencia. Al mediodía, Teletubi, el sobrenombre que tiene este muchacho de 28 años dedicado a matar desde adolescente en el barrio La Tablada de Rosario, salió de su celda, caminó por los pasillos mientras los otros detenidos lo miraban atónitos.
Desde hacía varios días que los investigadores estaban tras los pasos de Acosta debido a que en las escuchas telefónicas sus familiares hablaban sobre el destino del sicario de la banda de René Ungaro, preso en la cárcel de Piñero.
Acostumbrados a vivir en un ambiente atravesado por la mafia y el delito, los familiares se manejaban con cuidado, con diálogos en una jerga cerrada. Pero durante las últimas horas dejaron entrever en esos diálogos telefónicos que Teletubi se quería entregar a la policía.
Para mantenerse prófugo por mucho tiempo se requiere de mucho dinero e influencias que garanticen la clandestinidad. Y Acosta no es el líder de una banda que mueve dinero hace tiempo, sino un simple sicario de su tía que llegó a liderar esa banda hasta el año pasado.
Los investigadores montaron desde la mañana operativos en dos puntos del sur de Rosario. En uno de ellos, en Ayacucho y Arijón, efectivos de la Agencia de Investigaciones lo atraparon, cuando salía de una estación de servicio de GNC donde había estado minutos antes con su madre y su hermano. Acosta no se resistió porque sospechaba que lo iban a atrapar. Tampoco iba armado ni llevaba teléfono celular, como si estuviese listo y preparado para retornar a la cárcel.
El 20 de diciembre pasado Teletubi no tenía apuro para escapar. Las imágenes de las cámaras de seguridad lo muestran propietario de una fría tranquilidad, luego de salir sin ningún esfuerzo de la celda que los guardiacárceles dejaron sin llave en el subsuelo Centro Penal de Justicia, donde esperaba participar de la audiencia de juicio abreviado que sellaría su futuro: una condena a 13 años de prisión por asociación ilícita y homicidio.
Decidió desaparecer antes de escuchar la sentencia. Al mediodía, Teletubi, el sobrenombre que tiene este muchacho de 28 años dedicado a matar desde adolescente en el barrio La Tablada de Rosario, salió de su celda, caminó por los pasillos mientras los otros detenidos lo miraban atónitos.
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