Candela: tres preguntas y una evidencia
*Por Carlos Pagni. Tres incógnitas concentran la atención de los investigadores del crimen de Candela.
1. ¿Por qué el presunto secuestrador que llamó a la tía indicó que pretendía recuperar un dinero? Para ese entonces, la policía se debatía entre cinco hipótesis. ¿Para qué ayudarla a descartar cuatro? ¿O llamaron para despistar? En tal caso, si el dinero no era el móvil, ¿cuál era?
2. ¿Por qué llamaron a la tía? ¿Quién les dio el número? ¿Por qué fue la tía, y no la madre, la que habló con el delincuente? ¿O, contra lo que se recomienda en estos casos, hubo varios negociadores?
3. A Candela no la mataron sólo para deshacerse de ella. Le quebraron el cuello y la asfixiaron. ¿Qué mensaje encierran esos maltratos? ¿Indican una venganza? ¿Alguien del entorno familiar tuvo que ver con el rapto del hijo de un narco del conurbano? Es lo que sospechan algunos detectives.
Muchos acertijos.
Y una evidencia: son cada vez más los grandes delitos que se cometen en la Argentina, que están relacionados con el tráfico de drogas.