Candela: piden recusar al fiscal
Uno de los abogados defensores pide la recusación del fiscal general de Morón por supuesta "violencia moral y temor de parcialidad".
El abogado Marcelo Mazzeo, quien defiende a la dueña de la casa en la que presuntamente estuvo cautiva Candela, Gladys Cabrera, planteó la recusación en un escrito de 48 páginas,
presentado ante el juez de Garantías 4 de Morón, Alfredo Meade, para reclamar el apartamiento del fiscal general Federico Nieva Woodgate.
En la presentación, a la que accedió Télam, Mazzeo acusa a Nieva Woodgate de dirigir la investigación hacia "perejiles", con la intención de dar un "manto de impunidad" sobre una red de "narco/policías", en cuyo contexto presuntamente se habría cometido el secuestro y homicidio de Candela en agosto pasado.
"Voy a hacer algunas manifestaciones respecto de las irregularidades cometidas (en la causa), de la obtención irregular de la prueba, la utilización inconstitucional de más de quince testigos de identidad reservada", indica Mazzeo en su escrito.
Además, el letrado apuntó a Nieva Woodgate por "la valoración arbitraria y caprichosa que se hizo de toda la prueba, la falta de valoración de prueba esencial propuesta por las partes y
arbitrariamente negada (...) y el ocultamiento grave de prueba esencial a esta defensa y al Sr. Juez de Garantías Dr. Meade".
De acuerdo a la causa, Gladys Cabrera facilitó su casa situada en Kiernan 992, de Hurlingham, a quienes secuestraron y luego asesinaron a Candela.
Para la defensa ese rol atribuido a Cabrera es "arbitrario, caprichoso e infundado".
Es que, según el abogado, de entre todas las declaraciones que existen en el caso, "nadie dijo que Gladys Cabrera consintió en participar" del homicidio.
Además, consideró que el único elemento en que se basaron los fiscales para imputar a su cliente son los restos de ADN de la niña encontrados en un vaso y un recipiente con restos de comida que estaban en la casa.
Mazzeo consideró que "llamativamente" el perfil genético de Candela apareció "días después de un primer allanamiento", y que los investigadores no hallaron ningún otro rastro de su presencia en la vivienda.
"Toda vez que en una casa donde supuestamente tienen retenida a una menor, la alimentan, la bañan, la peinan, supuestamente cometen abuso sexual y luego la matan, resulta inexplicable que no se encuentren rastros de piel, pelos, fluidos, o cualquier otro tipo de material genético en ninguna habitación u otra parte de la casa", expresa Mazzeo en su escrito.
Para el abogado, Nieva Woodgate y el fiscal que instruyó la causa, Marcelo Tavolaro, pasaron por alto el nombre de un "poderoso" narcotraficante señalado por el propio padre de Candela,
Alfredo Rodríguez, como posible responsable del homicidio.
Según su opinión, eso se debe a que sino "quedaría en evidencia la íntima conexión entre policías, informantes y narcotraficantes".
Para Mazzeo, los investigadores tenían elementos para suponer que el crimen de Candela estaba motivado en un "vuelto" para Alfredo Rodríguez por parte de dicho jefe narco.
"De esta forma los Fiscales Tavolaro y Nieva Woodgate, siendo el primero funcional a su Jefe, instrumentaron junto a (el jefe de investigaciones de la policía de La Matanza) Marcelo Chebriau, una causa simbiótica para ellos", argumenta Mazzeo en el escrito.
Para el abogado, la intención de los fiscales y Chebriau era solucionar "sus problemas de narco/buches/policías, desinformando a las máximas autoridades de la policía bonaerense, del ministerio de Justicia y Seguridad y los medios de información, encarcelando inocentes, como en el caso de Gladys Cabrera".
Como apoyo para su pedido ante el juez Meade, Mazzeo añadió la denuncia efectuada ante la Comisión Bicameral de la legislatura bonaerense por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, en la que solicita que Nieva Woodgate sea investigado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
A partir de la recepción del escrito, el juez Meade deberá valorar la prueba y convocar a los distintos testigos presentados por Mazzeo, para luego fijar una fecha de audiencia pública, en la que Nieva Woodgate escuchará las acusaciones en su contra y podrá ejercer su defensa.
Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto de 2011, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía, y el 31 de agosto
apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su domicilio.
Por el caso están detenidos Leonardo Jara, sindicado como quien engañó a la niña para llevarla cautiva; Héctor "Topo" Moreyra, acusado de instigar el crimen; Hugo Bermúdez, supuesto autor material; el carpintero Néstor Altamirano y la depiladora Gladys Cabrera, supuestos "cuidadores" y Alberto Espínola, Gabriel Gómez y Guillermo López, acusados de aportar la "logística".
presentado ante el juez de Garantías 4 de Morón, Alfredo Meade, para reclamar el apartamiento del fiscal general Federico Nieva Woodgate.
En la presentación, a la que accedió Télam, Mazzeo acusa a Nieva Woodgate de dirigir la investigación hacia "perejiles", con la intención de dar un "manto de impunidad" sobre una red de "narco/policías", en cuyo contexto presuntamente se habría cometido el secuestro y homicidio de Candela en agosto pasado.
"Voy a hacer algunas manifestaciones respecto de las irregularidades cometidas (en la causa), de la obtención irregular de la prueba, la utilización inconstitucional de más de quince testigos de identidad reservada", indica Mazzeo en su escrito.
Además, el letrado apuntó a Nieva Woodgate por "la valoración arbitraria y caprichosa que se hizo de toda la prueba, la falta de valoración de prueba esencial propuesta por las partes y
arbitrariamente negada (...) y el ocultamiento grave de prueba esencial a esta defensa y al Sr. Juez de Garantías Dr. Meade".
De acuerdo a la causa, Gladys Cabrera facilitó su casa situada en Kiernan 992, de Hurlingham, a quienes secuestraron y luego asesinaron a Candela.
Para la defensa ese rol atribuido a Cabrera es "arbitrario, caprichoso e infundado".
Es que, según el abogado, de entre todas las declaraciones que existen en el caso, "nadie dijo que Gladys Cabrera consintió en participar" del homicidio.
Además, consideró que el único elemento en que se basaron los fiscales para imputar a su cliente son los restos de ADN de la niña encontrados en un vaso y un recipiente con restos de comida que estaban en la casa.
Mazzeo consideró que "llamativamente" el perfil genético de Candela apareció "días después de un primer allanamiento", y que los investigadores no hallaron ningún otro rastro de su presencia en la vivienda.
"Toda vez que en una casa donde supuestamente tienen retenida a una menor, la alimentan, la bañan, la peinan, supuestamente cometen abuso sexual y luego la matan, resulta inexplicable que no se encuentren rastros de piel, pelos, fluidos, o cualquier otro tipo de material genético en ninguna habitación u otra parte de la casa", expresa Mazzeo en su escrito.
Para el abogado, Nieva Woodgate y el fiscal que instruyó la causa, Marcelo Tavolaro, pasaron por alto el nombre de un "poderoso" narcotraficante señalado por el propio padre de Candela,
Alfredo Rodríguez, como posible responsable del homicidio.
Según su opinión, eso se debe a que sino "quedaría en evidencia la íntima conexión entre policías, informantes y narcotraficantes".
Para Mazzeo, los investigadores tenían elementos para suponer que el crimen de Candela estaba motivado en un "vuelto" para Alfredo Rodríguez por parte de dicho jefe narco.
"De esta forma los Fiscales Tavolaro y Nieva Woodgate, siendo el primero funcional a su Jefe, instrumentaron junto a (el jefe de investigaciones de la policía de La Matanza) Marcelo Chebriau, una causa simbiótica para ellos", argumenta Mazzeo en el escrito.
Para el abogado, la intención de los fiscales y Chebriau era solucionar "sus problemas de narco/buches/policías, desinformando a las máximas autoridades de la policía bonaerense, del ministerio de Justicia y Seguridad y los medios de información, encarcelando inocentes, como en el caso de Gladys Cabrera".
Como apoyo para su pedido ante el juez Meade, Mazzeo añadió la denuncia efectuada ante la Comisión Bicameral de la legislatura bonaerense por el premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, en la que solicita que Nieva Woodgate sea investigado por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura militar.
A partir de la recepción del escrito, el juez Meade deberá valorar la prueba y convocar a los distintos testigos presentados por Mazzeo, para luego fijar una fecha de audiencia pública, en la que Nieva Woodgate escuchará las acusaciones en su contra y podrá ejercer su defensa.
Candela fue vista con vida por última vez el lunes 22 de agosto de 2011, cuando esperaba a unas amigas para ir a la reunión del grupo de boy scouts al que pertenecía, y el 31 de agosto
apareció asfixiada dentro de una bolsa, a 30 cuadras de su domicilio.
Por el caso están detenidos Leonardo Jara, sindicado como quien engañó a la niña para llevarla cautiva; Héctor "Topo" Moreyra, acusado de instigar el crimen; Hugo Bermúdez, supuesto autor material; el carpintero Néstor Altamirano y la depiladora Gladys Cabrera, supuestos "cuidadores" y Alberto Espínola, Gabriel Gómez y Guillermo López, acusados de aportar la "logística".