Cambian hábitos de consumo: "Hoy estamos viendo un consumo del rebusque"
Caminar, observar y recorrer más comercios en busca de los mejores precios y descuentos como una forma de proteger el bolsillo. Entrá y lee a los especialistas que explican este fenómeno.
El nuevo hábito de los consumidores argentinos es optar por caminar y recorrer más comercios en busca de los mejores precios y descuentos como una forma de proteger el poder de compra de sus salarios ante el avance persistente de la inflación.
"Hoy estamos viendo un consumo del rebusque. Esto significa que frente a la inflación y la menor capacidad de compra los consumidores están optando por caminar y visitar más comercios para buscar el mejor precio final. La gente está volviendo al hipermercado, pero no para hacer la gran compra mensual, sino para buscar los productos en oferta o los días que tiene descuento con la tarjeta", explicó Ricardo Bastianon, director del área cualitativa de CCR, denominada Cuore.
Gracias a la inflación, la compra diaria está ganando más adeptos, en especial entre los sectores de menores ingresos, lo que en cierto punto implica un comportamiento a contramano de la lógica de stockearse para atajarse ante los aumentos de precios.
"A medida que desciende el nivel socioeconómico, las compras tienden a hacerse diariamente en mayor proporción, sin que se descarten las compras simplificadoras y en ocasiones facilitadoras de algún ahorro extra", dijo Carolina Yellati, directora de la consultora Wonder Panel.
Los analistas subrayan que este estilo de consumo llamado "del rebusque", atraviesa todos los segmentos socioeconómicos, en los estratos más bajos es acompañado por la idea de que el efectivo puede ser un reaseguro ante una eventual complicación de su economía personal.
"Cada vez más personas admiten que prefieren pisar un poco el freno en el gasto para guardar algo de efectivo por temor a que el panorama se complique. Esta idea del efectivo como reaseguro es especialmente fuerte entre los hogares de menores ingresos, que no buscan un ahorro, sino que prefieren tener una reserva líquida por si no llegan a fin de mes", explicó Bastianon.
Otro de los cambios de hábitos provocados por la inflación es la mayor penetración de las marcas de bajo precio en prácticamente todos los hogares argentinos, incluyendo los de alto poder adquisitivo. En la consultora Kantar Worldpanel destacan que, dentro del segmento de bebidas, nueve de cada diez familias compran en la actualidad alguna marca de bajo precio. Dentro de esta categoría, los jugos listos y las aguas saborizadas son las que impulsan el crecimiento en volumen. Otro rubro en el que las marcas de precio bajo vienen en alza es el de las galletitas dulces, donde ya representan el 37% del mercado, según cuenta el diario La Nación.
"Lo que vemos es un crecimiento de lo que definimos como marcas de bajo precio, que mejoraron su packaging y su estrategia comercial, lo que les permitió expandirse hacia los hogares de segmentos medios", manifestó Fernando Comendeiro, director ejecutivo de la consultora Kantar Worldpanel.
"Hoy estamos viendo un consumo del rebusque. Esto significa que frente a la inflación y la menor capacidad de compra los consumidores están optando por caminar y visitar más comercios para buscar el mejor precio final. La gente está volviendo al hipermercado, pero no para hacer la gran compra mensual, sino para buscar los productos en oferta o los días que tiene descuento con la tarjeta", explicó Ricardo Bastianon, director del área cualitativa de CCR, denominada Cuore.
Gracias a la inflación, la compra diaria está ganando más adeptos, en especial entre los sectores de menores ingresos, lo que en cierto punto implica un comportamiento a contramano de la lógica de stockearse para atajarse ante los aumentos de precios.
"A medida que desciende el nivel socioeconómico, las compras tienden a hacerse diariamente en mayor proporción, sin que se descarten las compras simplificadoras y en ocasiones facilitadoras de algún ahorro extra", dijo Carolina Yellati, directora de la consultora Wonder Panel.
Los analistas subrayan que este estilo de consumo llamado "del rebusque", atraviesa todos los segmentos socioeconómicos, en los estratos más bajos es acompañado por la idea de que el efectivo puede ser un reaseguro ante una eventual complicación de su economía personal.
"Cada vez más personas admiten que prefieren pisar un poco el freno en el gasto para guardar algo de efectivo por temor a que el panorama se complique. Esta idea del efectivo como reaseguro es especialmente fuerte entre los hogares de menores ingresos, que no buscan un ahorro, sino que prefieren tener una reserva líquida por si no llegan a fin de mes", explicó Bastianon.
Otro de los cambios de hábitos provocados por la inflación es la mayor penetración de las marcas de bajo precio en prácticamente todos los hogares argentinos, incluyendo los de alto poder adquisitivo. En la consultora Kantar Worldpanel destacan que, dentro del segmento de bebidas, nueve de cada diez familias compran en la actualidad alguna marca de bajo precio. Dentro de esta categoría, los jugos listos y las aguas saborizadas son las que impulsan el crecimiento en volumen. Otro rubro en el que las marcas de precio bajo vienen en alza es el de las galletitas dulces, donde ya representan el 37% del mercado, según cuenta el diario La Nación.
"Lo que vemos es un crecimiento de lo que definimos como marcas de bajo precio, que mejoraron su packaging y su estrategia comercial, lo que les permitió expandirse hacia los hogares de segmentos medios", manifestó Fernando Comendeiro, director ejecutivo de la consultora Kantar Worldpanel.