Cámaras vivientes
La próxima vez que te mires al espejo y te preguntes "¿qué soy?", podés encontrarte con una sorprendente respuesta.
Tal vez una respuesta correcta sea: soy una cámara viviente que respira. El año pasado, dos estudiantes de arte, Luke Evans y Joshua Lake, condujeron un extraño experimento en el cual se tragaron varios fotogramas de filmes para observar cómo trabajaba el sistema digestivo. Su proyecto se llamó "Me doy vuelta de adentro para fuera".
A primera vista las obras de arte de Evans y Lake, estudiantes de la Universidad de Kingston, parecían una colección de especímenes capturados bajo la lente de un microscopio, cuando de hecho eran "fotos" de sus sistemas digestivos haciendo lo que mejor hacen: procesar cosas. Los jóvenes artistas dijeron: "queríamos mostrarnos de adentro hacia fuera", así que se tragaron varios pedazos de fotogramas de 35 milímetros y dejar que sus cuerpos hagan el resto de la tarea. No son médicos, ni siquiera sabían si esto podría haber afectado su salud, aunque como medida de precaución pusieron los pedazos de película dentro de coloridas cápsulas brillantes para evitar daños en el colon, sabiendo que cada pedacito de filme tiene bordes afilados.
Luego de comerse los filmes, los dos estudiantes de diseño gráfico y fotografía esperaron que la naturaleza siguiera su curso y esperaron el mejor resultado. Cuando llegó la hora, "depositaron" el resultado en una bolsa, lo llevaron a un cuarto oscuro y comenzaron a ver las cápsulas.
Afortunadamente, el color brillante hizo que fuera fácil encontrarlas. Luego de ver las fotitos que lograron, las escanearon con un microscopio electrónico que reveló interesantes imágenes del interior de sus cuerpos.