Cae la clausula RUFO ¿y ahora qué pasará con los Fondos Buitre?
Desde mañana a las 0 horas, la Argentina puede sentarse a negociar con los holdouts sin temor a nuevos reclamos por parte de los bonistas reestructurados.
Desde mañana a las 0 horas, la Argentina puede sentarse a negociar con los holdouts sin temor a nuevos reclamos por parte de los bonistas reestructurados. Economistas y abogados coinciden que la disputa no se resolverá en breve porque el país no cederá al "chantaje" de estos acreedores.
Ocurre que desde mañana, el último día de 2014, vence la cláusula conocida como RUFO (Rights Upon Future Offers), incluida en los pliegos de la renegociación que llevó adelante la Argentina con los acreedores de la deuda defaulteada en 2001 para atraerlos y volver más atractiva la reestructuración.
La cláusula exige igualdad de condiciones para todos los acreedores de la Argentina, aunque después de su caída la administración de Cristina Kirchner podrá estudiar una estrategia, que no se puso en marcha por el momento, para cerrar un acuerdo con los capitales especulativos.
Desde este jueves, según economistas y abogados, el país tendrá mayor libertad para establecer condiciones a los acreedores litigantes, porque ya no corre el riesgo de que los bonistas reestructurados exijan más dinero en el caso de que Argentina acuerde con los fondos buitre. Además, prevén que las negociaciones se prolonguen a lo largo de casi todo el año próximo.
Enrique Dentice, economista y docente de la Universidad Nacional de San Martín, aseguró que "a partir de enero la Argentina se va a poner a negociar en serio. Pero esto significa que no va a darles a los buitre todo lo que quieran, sino que va a partir de las mismas condiciones de los canjes anteriores".
En consecuencia, el proceso de negociación podría ser largo. "No es probable que se llegue a un arreglo inmediatamente. Creo que recién en el segundo trimestre de 2015 avanzará el proceso hacia un resultado más concreto", sentenció Dentice.
Marcelo Etchebarne, del estudio Etchebarne, Cabanellas y Kelly, señaló que además del tiempo de negociación hay plazos burocráticos que complican un acuerdo.
"Arreglar con un pequeño grupo de bonistas es sencillo, pero si se quiere terminar con el problema hay que hacer una oferta pública, que requiere la aprobación de las comisiones de valores de los países en los que se hagan, tanto en Estados Unidos como en Europa", especificó el abogado, quien agregó que dicho proceso podría llevar de seis a nueve meses.
Gabriel Holand, CEO de HR Global Financial Advisors, también fue escéptico respecto de una resolución rápida del litigio. "La posibilidad de llegar a un acuerdo depende de si el equipo económico necesita dinero o no. En algún momento habrá un acuerdo, el problema es cuándo y cómo. Los buitres quieren cobrar por lo menos el 80%, y el gobierno va a ir con una propuesta mucho más agresiva. Esto es razonable, no se puede pagar todo lo que piden", opinó.
Destacó además que "todos dicen que el gobierno quiere que la solución quede en manos del próximo gobierno; eso es una verdad a medias. La realidad indica que los buitres, teniendo las sentencias de todas las cortes de Estados Unidos, no lograron someter al rival, y ellos lo saben."
Según Holand, "lo que busca el gobierno es no dejarse presionar y no ceder de ninguna manera. ¿Se puede llegar a diciembre de 2015 sin un arreglo? Perfectamente, siempre y cuando aceptemos una caída del producto del 2 por ciento".
Pero estimó, según consignó Tiempo Argentino, que buena parte de ese resultado desfavorable para la economía no depende de los buitres, ya que destacó Holand, "pagándoles tendríamos un decrecimiento del 0,5 o el 1 por ciento. Quizás el costo político de arreglar es más grande que el económico por no hacerlo. El gobierno podría decir 'sostengo mi pensamiento y me retiro como un defensor de los intereses nacionales', y sería cierto".
Los fondos buitre parecen no estar dispuestos a relegar parte de los U$S1.650 millones por capital e intereses que le reclaman al país, y pretenden que el Gobierno cumpla el fallo de los tribunales a los que se sometió.
El director ejecutivo del fondo NML Capital, Jay Newman, aclaró este fin de semana que la Argentina tiene la capacidad para pagarles a todos sus acreedores y reconoció que usaron los juicios contra el Gobierno como último recurso.
"No hay rehenes en esta situación, solamente acreedores que no cobraron. La Argentina tiene la capacidad para pagarles a todos sus acreedores. Es un país miembro del G-20 con vastos recursos naturales que simplemente se rehúsa a pagar", presionó durante una entrevista con un matutino nacional.
Del lado argentino, cuando faltaban casi dos semanas para que venza la cláusula RUFO, por la cual si el Gobierno abona el 100 por ciento a los fondos buitre, debe hacer lo mismo con quienes entraron a canjes, el presidente del Banco Central (BCRA), Alejandro Vanoli, aseguró que la Argentina "va a poder transitar 2015 sin sobresaltos" y "va a poder pagar toda su deuda",
"Algunos instalaron que el 1º de enero la Argentina va a buscar a los fondos buitres y tratar de negociar rápidamente, y esto de ninguna manera va a pasar. Hay que hacer respetar las leyes y el interés nacional, y de ninguna manera se puede ceder al chantaje de los buitres", enfatizó el funcionario.
El titular del Central recordó que "la Argentina les ha ofrecido pagarles" a los fondos especulativos "como al resto de los acreedores, la Argentina ha cuestionado los fallos del juez (de Nueva York Thomas) Griesa, que son contradictorios con cuestiones fundamentales del derecho".
"La Argentina tiene la razón y sobrados argumentos para evitar caer en situaciones que son antijurídicas", sostuvo el ex titular de la Comisión Nacional de Valores.
Según Vanoli, que recordó que está vigente la "ley de pago soberano de la deuda", subrayó que "la Argentina va a poder transitar 2015 sin sobresaltos, va a poder pagar toda la deuda, incluido el pago de Boden, que ofreció pagar por adelantado".
"Durante 2015, pero también después de 2015, la Argentina va a poder consolidar esta estabilidad en un contexto global muy complejo", remarcó.