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Cada vez más chicos repiten de año en las escuelas secundarias

* Por María Laura Favarel. Uno de cada diez chicos que cursan el secundario en la provincia no logra pasar de año. Y el porcentaje viene en alza, dando cuenta de un problema que si bien no es exclusivo de las escuelas santafesinas, en las aulas preocupa y mucho.

 Primero y segundo año aparecen como los ciclos más conflictivos. En esa etapa los profesores reclaman colaboración de los padres y evalúan nuevas estrategias de enseñanza.
   "Sinceramente, la cantidad de chicos que este año repiten me tiene sin dormir", confesó Sandrá Bembó, directora a cargo de la escuela Bernardino Rivadavia, de Oroño al 900. Para la docente el mayor problema se da en el primero y el segundo año y, a pesar de que durante 2010 reforzaron las tutorías académicas y las clases de apoyo para los chicos que mostraban dificultades la medida todavía no mostró sus resultados.
   La escuela tiene 700 alumnos que provienen de distintos barrios de la ciudad. Y entre un 15 y un 25 por ciento de los alumnos, según los cursos, se quedó con más de dos materias previas, condición que los llevó a repetir el año.
   El caso de la Bernardino Rivadavia no es particular. La Capital consultó distintos establecimientos cuyos directivos se mostraron tanto o más preocupados que Bembó.

Cifras oficiales. La última estadística del Ministerio de Educación de la provincia sobre repitencia en la escuela media data de 2009 y da cuenta de que el 13 % de los alumnos no logra promover. Cuatro años antes, en 2005, el índice de repitencia en el polimodal era de 9,46 %.
   "La repitencia se da tanto en escuelas públicas como privadas", expresó la directora provincial de Educación Secundaria del ministerio, Nora Reina. Y si bien no atinó a decir si el porcentaje era alto o bajo, consideró necesario "seguir trabajando para disminuirlo" y agregó que "no hay diferencias evidentes con otras provincias".
   Es que, en rigor, el fenómeno no es exclusivo de Santa Fe. Tanto que en la provincia de Buenos Aires se incorporó una tercera mesa de evaluación, además de las de diciembre y marzo, y en la provincia de Córdoba ahora los alumnos podrán pasar de año adeudando tres previas. Dos medidas que, por ahora, en la cartera educativa santafesina no se consideran (ver aparte).

Involucrados. Puertas adentro de las escuelas, nadie es ajeno al problema. "Hay docentes que se quedan horas extras para ayudar a los alumnos", contó Adriana Berti, coordinadora de Lengua del complejo Gurruchaga, donde también se ve crecer el porcentaje de alumnos que repiten de año.
   En el Normal Nº 1 registran entre un 10 y un 20 por ciento de alumnos repitentes. La vicerrectora del turno mañana, Sandra Mazait, reclamó mayor presencia de los padres y contó que algunos chicos no promovieron porque "se quedaron libres por tardanzas nunca justificadas". A su vez, dijo que muchas veces "no llevan a los chicos a clases de apoyo" y remató con una queja: "La escuela sola no puede".
   La directora del secundario del colegio Santísimo Rosario de Arijón al 400, Patricia Mazzini, coincidió con su par del Normal 1. "Se nota la despreocupación familiar", dijo.
   Esta escuela tiene un porcentaje de casi el 20 por ciento de repitencia. "Ya no se da sólo en primer año, que tal vez se explica por el gran desfasaje que existe entre la primaria y la secundaria, sino que también lo estamos viendo en 2º y 3er. año", explicó la docente.

Padres ausentes. Si bien los directivos reconocen que la sociedad cambió, que los chicos tienen otros intereses y que no se puede enseñar de la misma forma en que se hacía hace cinco años, todos coincidieron en la necesidad de que los padres se preocupen por sus hijos y que colaboren con la tarea educativa de la escuela.
   "Los padres no controlan, ni siguen a los chicos. Hay algunos que me piden que el hijo repita antes de ponerlo a estudiar las 6 materias que adeuda", comentó preocupada una docente.
   "Es evidente que no hay cultura del esfuerzo y tampoco motivación que ayude a los chicos a sentarse a estudiar", agregó. Dijo que "alguien del grupo familiar debería ocuparse, por ejemplo, de ver las notas, si rindió o no un examen, y leer el cuaderno de comunicaciones como mínimo".
   La vicerrectora del Normal 1 manifestó que "se nota la falta de compromiso de parte de los padres, porque muchas veces se los llama a las reuniones con los tutores y no se acercan. Nosotros pusimos las tutorías como algo obligatorio pero los mismos padres decían que los chicos tenían otras cosas que hacer", se quejó. "Creo que se adelantaría mucho si los padres ayudaran a los chicos en las tareas. Sé que es difícil, porque en muchos casos el padre y la madre trabajan y a veces el alumno está solo y entonces es más fácil que prenda la televisión, la computadora o la play station", dijo.
   "A los padres les preocupa la situación a fin de año, cuando ven todas las materias que se llevan sus hijos y entonces aparecen", contó Mazzini, quien también reclamó la necesidad de que los padres al menos asistan a las reuniones. Una temática compleja que necesita un serio análisis de todas las partes involucradas.