Cacerolazos for export para Cristina en Nueva York
Unos 200 argentinos, entre residentes y turistas, se convocaron ayer en la puerta del hotel donde se hospeda la Presidente, en Nueva York, para protestar contra sus políticas.
La presidente Cristina Fernández de Kirchner arribó el sábado a Nueva York en el marco de la 67° Asamblea de la ONU y con ella llegaron también los cacerolazos y las protestas a la Gran Manzana.
Alrededor de doscientos argentinos, entre residentes estadounidenses y turistas se convocaron ayer por la tarde en la puerta del lujoso hotel Mandarín, donde de hospeda la Presidente para protestar contra sus políticas, bajo el grito de "¡Ar- gen- ti- na!".
Mientras se desarrollaba la propuesta, la mandataria terminaba sus actividades con la ONU y entraba de incógnito en un auto oscuro por la puerta lateral del hotel.
El lugar donde se congregó la comunidad argentina fue en principio, el Columbus Circle, frente al Central Park, alrededor de las 17.00. Al acrecentarse la cantidad de manifestantes, la policía los disuadió de que se fueran ya que obstruían el paso y fue en ese momento cuando decidieron protestar en la puerta del hotel.
La organización de la protesta se hizo vía Facebook y demás redes sociales: "Muchos viven acá pero otros están de turismo y recibieron mensajes de sus familiares desde la Argentina para que vengan", dijo una de las organizadoras.
"Cristina, arruinaste la Argentina"; "¿Fuiste capaz de comprar dólares para viajar? Yo no pude"; "mentirosa"; "korrupta", "queremos preguntar. Dé una conferencia de prensa", "no queremos otra Venezuela" o "basta de inseguridad", rezaban los carteles que llevaban los manifestantes, muchos de ellos en inglés.
Algunos de los protestantes alentaban también con cacerolas además de aplausos y gritos como forma de protesta. "Lo que pide la gente en Argentina es seguridad, que la gente pueda salir tranquila y que pueda decidir si quiere ahorrar en dólares o no", dijo una de las personas que se encontraban allí a una agencia internacional.
"La injusticia, la corrupción, la falta de división de poderes", eran algunos de los motivos del reclamo, según uno de los argentinos que se encontraba en el lugar. La protesta también se hizo en solidaridad con el resto de los argentinos que marcharon el pasado jueves 13 de septiembre y "por la falta de libertades y la violación del derecho a la propiedad".
La protesta tuvo dos momentos de tensión, algo conflictivos. El primero, cuando un movilero de CQC comenzó a increpar a los manifestantes con preguntas como "¿No cree que hay libertad de prensa?; ¿no está diciendo lo que quiere ahora?; ¿qué se siente manifestar por su país desde otro país?; ¿por qué no vive en la Argentina?". El segundo, algo sospechoso, un hombre vestido de marrón, barba y pelo largo alentaba a los manifestantes con preguntas provocativas, mientras un compañero lo filmaba, luego intentó discutir con los periodistas que cubrían la marcha y se negó a dar su nombre.
Alrededor de doscientos argentinos, entre residentes estadounidenses y turistas se convocaron ayer por la tarde en la puerta del lujoso hotel Mandarín, donde de hospeda la Presidente para protestar contra sus políticas, bajo el grito de "¡Ar- gen- ti- na!".
Mientras se desarrollaba la propuesta, la mandataria terminaba sus actividades con la ONU y entraba de incógnito en un auto oscuro por la puerta lateral del hotel.
El lugar donde se congregó la comunidad argentina fue en principio, el Columbus Circle, frente al Central Park, alrededor de las 17.00. Al acrecentarse la cantidad de manifestantes, la policía los disuadió de que se fueran ya que obstruían el paso y fue en ese momento cuando decidieron protestar en la puerta del hotel.
La organización de la protesta se hizo vía Facebook y demás redes sociales: "Muchos viven acá pero otros están de turismo y recibieron mensajes de sus familiares desde la Argentina para que vengan", dijo una de las organizadoras.
"Cristina, arruinaste la Argentina"; "¿Fuiste capaz de comprar dólares para viajar? Yo no pude"; "mentirosa"; "korrupta", "queremos preguntar. Dé una conferencia de prensa", "no queremos otra Venezuela" o "basta de inseguridad", rezaban los carteles que llevaban los manifestantes, muchos de ellos en inglés.
Algunos de los protestantes alentaban también con cacerolas además de aplausos y gritos como forma de protesta. "Lo que pide la gente en Argentina es seguridad, que la gente pueda salir tranquila y que pueda decidir si quiere ahorrar en dólares o no", dijo una de las personas que se encontraban allí a una agencia internacional.
"La injusticia, la corrupción, la falta de división de poderes", eran algunos de los motivos del reclamo, según uno de los argentinos que se encontraba en el lugar. La protesta también se hizo en solidaridad con el resto de los argentinos que marcharon el pasado jueves 13 de septiembre y "por la falta de libertades y la violación del derecho a la propiedad".
La protesta tuvo dos momentos de tensión, algo conflictivos. El primero, cuando un movilero de CQC comenzó a increpar a los manifestantes con preguntas como "¿No cree que hay libertad de prensa?; ¿no está diciendo lo que quiere ahora?; ¿qué se siente manifestar por su país desde otro país?; ¿por qué no vive en la Argentina?". El segundo, algo sospechoso, un hombre vestido de marrón, barba y pelo largo alentaba a los manifestantes con preguntas provocativas, mientras un compañero lo filmaba, luego intentó discutir con los periodistas que cubrían la marcha y se negó a dar su nombre.